La Cocina Económica reordena el comedor para recuperar su capacidad

«Cualquier persona que considere que calentar la comida constituye un derecho básico celebra este punto de encuentro». Así de contundente se manifiesta María Sela Cueto Rodríguez, directora de la Cocina Económica, que califica de «excelente» el acuerdo alcanzado con la Consejería de Salud para que el comedor recupere su aforo habitual y pueda hacer uso de la parte del mismo que había sido clausurada como consecuencia de las restricciones sanitarias.

Algo de lo que se favorecerán los sin techo, ya que, como aclara, «la ampliación se reserva exclusivamente a personas que no tienen hogar». Se trata de una demanda que la entidad formuló a Salud semanas atrás, pero Cueto comprendió la demora en la decisión por la importancia de la misma: «Reducir los contagios supone salvar vidas. Es lógico que Salud haya tardado en ampliar el aforo». De hecho, la directora quiso destacar la sintonía con la que se mantuvo la negociación: «El acuerdo siempre existió, pero había que precisar su desarrollo». Incluso, matizó que durante esta semana Salud acudirá a las instalaciones para dar la aprobación definitiva a los turnos y la separación entre mesas que garantizará la seguridad de los presentes.

«Comer resulta básico, pero la conversación y el cariño resulta indispensable». Se trata de la premisa con la que trabaja la Cocina Económica que defiende Cueto Rodríguez: «El daño moral que sufren los sin hogar resulta un problema grave. Intentamos reforzar su autoestima y reducir las lesiones psicológicas que provoca su situación de exclusión».

Además, la directora del centro reconoce que el frío agrava la situación de las personas vulnerables por lo que celebra que la Cocina Económica recupere su aforo habitual en plena ola de frío: «No es suficiente, pero para los sin techo poder comer algo caliente reduce la ansiedad que sufren».

El acuerdo alcanzado con Salud permite que las personas sin hogar tengan un espacio reservado para poder comer en una época en la que se ha incrementado la demanda. La destrucción de empleo y la restricción de aforo del Albergue Covadonga son las circunstancias que Cueto anota como principal causa de un repunte que no se puede achacar a un perfil concreto de usuario.