El 80% de los 'códigos infarto' acaban en una angioplastia primaria
El servicio de Cardiología pretende poner en marcha el próximo año un servicio de rehabilitación cardíaca
LAURA MAYORDOMO
GIJÓN.
Lunes, 12 de septiembre 2022, 02:48
El 'código infarto' se activó en 270 ocasiones el año pasado, según datos del jefe de Cardiología del Hospital Universitario de Cabueñes. Dice Íñigo ... Lozano que, desde que se comenzó con él en 2011, las cifras se mantienen «muy estables» año a año porque el programa está muy bien definido y organizado desde el principio, de forma que en Asturias más del 93% de los infartos accedían al mismo. De los que ingresaron por esta razón el año pasado en Gijón, 210 -en torno al 80%- acabaron en una angioplastia primaria, una técnica de revascularización que permite reducir el daño que produce un ataque al corazón.
El 20% restante o bien falleció -la tasa de mortandad ronda el 6%- o al hacerle el cateterismo se comprobó que sus arterias eran normales o la enfermedad era muy difusa. En cualquier caso, Lozano considera que es un porcentaje aceptable.
«Quedan muy afectados»
Entre los planes del servicio de Cardiología del Hospital de Cabueñes para el próximo año se encuentra el de poner en marcha un servicio de rehabilitación cardíaca. «Es una prestación que desde hace años tiene una recomendación de tipo 1. Es decir, es lo que se debe hacer siempre. Los pacientes, tras un infarto, quedan muy afectados tanto física como mentalmente», justifica Lozano. Dentro de la sanidad pública, ahora mismo la rehabilitación cardíaca solo está disponible en el área IV, en el Hopsital Universitario Central de Asturias, que «fue pionero» y recientemente ha obtenido un reconocimiento por este servicio. «En 2023 deberíamos empezar nosotros», se marca como objetivo Íñigo Lozano.
Consulta de alta resolución
El servicio de Cardiología de Cabueñes, que realizó el año pasado unas 6.000 consultas monográficas -de válvulas, insuficiencia cardíaca, arritmias, coronaria y miocardiopatías- y cerca de otras 4.000 de primera visita, está implementando además una consulta de alta resolución. Lo que se pretende es que, cuando el paciente acude al hospital «salga de consulta con todo hecho». Para ello es preciso dotarlas de un ecógrafo. Desde octubre del año pasado ya cuentan con uno y ahora esperan por otros dos en lo que, confía el jefe del servicio, suponga «un inicio y refuerzo de la consulta de alta resolución».
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