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Los porteadores de la Santa Vera Cruz ensayan sin el paso. J. PAÑEDA
Los cofrades miran al cielo y preparan a cubierto la procesión del Silencio

Los cofrades miran al cielo y preparan a cubierto la procesión del Silencio

Antes del paso, que saldrá a las nueve de la iglesia de San Pedro, la hermandad de Vera Cruz impondrá las medallas a los nuevos miembros

EUGENIA GARCÍA

GIJÓN.

Martes, 16 de abril 2019, 04:11

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Los cofrades aprovecharon ayer, último día de descanso antes de una intensa semana de procesiones, para ensayar y culminar los preparativos. Lo hicieron a cubierto y mirando al cielo, con las esperanzas puestas en que los pronósticos se cumplan y la intensa lluvia del lunes no agüe la semana de Pasión.

La procesión de las Lágrimas de San Pedro, también denominada del Silencio, será protagonista de este Martes Santo, con la iglesia parroquial del mismo nombre como escenario principal de las celebraciones. La organización recae sobre la Hermandad de la Santa Vera Cruz, cuyos doscientos cofrades ultimaban en el polideportivo de La Salle ropajes, enseres y posiciones en los pasos,«intentando que no se nos olvide nada». El Hermano Mayor de la Hermandad, Juan Antonio Rodríguez-Pládano, aseguró a EL COMERCIO que los pasos de La Flagelación, que será porteado por 36 personas, y las Lágrimas de San Pedro, que llevarán otros 36 miembros de la Hermandad, «ya están listos» para recorrer las calles de la ciudad.

La celebración arrancará a las ocho de la tarde, con el Sacramento de la Penitencia. Una hora después, a las nueve de la noche, los pasos saldrán de la iglesia de San Pedro. Partirán del Campo Valdés y recorrerán el paseo del Muro y las calles Cabrales, Julio Somoza y San Bernardo, hasta llegar a la calle San Antonio. Desde ahí emprenderán el regreso atravesando la calle Instituto, la plaza del Marqués y la plaza Mayor para despedirse en el Campo Valdés.

Esta cita, que se recuperó hace apenas siete años, es una de las que más fieles congregan. Aunque tradicionalmente recorría las calles de Cimavilla, hace ya dos años que se decidió evitar el Barrio Alto a causa del mal estado del suelo.

Antes, la Hermandad de la Santa Vera Cruz impondrá sus medallas a los nuevos miembros. Entre otros, cinco niños de entre 3 y 12 años que aseguran el relevo generacional de la Semana Santa.

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