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MARLA NIETO
GIJÓN.
Martes, 6 de agosto 2019, 00:47
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El pasado jueves, 28 participantes del XXXIX Concurso de la Canción Asturiana que organiza EL COMERCIO supieron que eran finalistas. Desde ese día empezaron los nervios. Con un fin de semana de por medio que podría ser, para los más dicharacheros, la ruina de sus voces, o con ese viento del nordeste, tan húmedo, que a veces crea resfriados inesperados, cualquiera de ellos se ha visto expuesto a una posible retirada.
Solo los más responsables o aquellos con un talento tan innato que supera mareas, sabrá desenvolverse hoy y mañana en la gran final del certamen. Mucha hidratación, caramelos de menta, control de la respiración y de la inquietud y, por supuesto, ensayos, son las claves para dar la talla en el escenario de la plaza Mayor.
La jornada de hoy será un cara a cara entre catorce de ellos. Y mañana, otros tantos. Si la plaza ya estuvo abarrotada durante la fase clasificatoria, ¿quién va a querer perderse la 'batalla' entre las mejores voces de tonada de todo el Principado? Se augura una amistosa competitividad, muy necesaria para tratar de dar lo mejor y superarse a ellos mismos.
De nuevo, Fernando Ruiz, alma imprescindible del certamen, será quien guíe la presentación. El jurado también se mantiene: María del Rosario González 'Charo', José Manuel García y José Carlos Ronderos. En cambio, Alberto Fernández, el gaitero de toda la etapa clasificatoria, cede el testigo al joven Óscar Fernández.
Los finalistas ya saben que el jurado confía en ellos. Son conscientes de que tienen algo que gusta, pero no pueden relajarse. Tal vez la fase anterior fuese más sencilla, pero ahora viene, realmente, el momento de demostrar que son de los mejores.
No pueden repetir canciones de la anterior fase y, además, aquellos de las categorías femenina y masculina, deben volver a elegir una del repertorio impuesto por la organización del concurso. Estos interpretarán un total de tres canciones, entre ellas la obligatoria, y los de las categorías de 17 a 21 años y menores de 16, escogerán una.
Conocedores de las exigencias de los miembros del jurado, deben decantarse por canciones ambiciosas para un concurso de este calibre. Como bien dijeron los examinadores «los temas complejos tienen premio». Además de la voz es muy importante mantener el tono adecuado durante toda la interpretación, pues, tal y como advirtió José Carlos Ronderos, «empezar una canción en un mal tono ya echa a perder el tema entero». Y más allá de la dificultad, por supuesto, la variedad. Una de las cosas que se ha intentado evitar este año a través de la modificación de las bases es, precisamente, que todos elijan las mismas.
Se verá, pues, quiénes son los más atrevidos y valientes que pongan a prueba sus capacidades musicales, o los que se mantengan en su zona de confort para evitar posibles errores.
La entrega de premios será el domingo día 11 de agosto a las 12 horas, también en la plaza Mayor.
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