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MARCO MENÉNDEZ
GIJÓN.
Martes, 30 de abril 2019, 03:23
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El próximo 11 de mayo se cumplirá el primer aniversario del fallecimiento de Daniel Ponte, profesor y exdirector de la Escuela de Marina Civil de Gijón, cuando solo contaba 57 años. Ayer quedó clara la gran cantidad de amigos que dejó y que renuncian a olvidarle. En la escuela en la que trabajó durante tantos años, se le rindió un sentido homenaje al que no faltaron, entre otros, el rector de la Universidad, Santiago García Granda; el actual director del centro, Rubén González, numerosos profesores y compañeros del campus gijonés, vicerrectores o la directora general de Universidades, Cristina Valdés, pero también gentes relacionadas con la mar, como el exdirector del Centro Jovellanos, Rafael García, o el hasta hace poco segundo comandante de la Comandancia de Marina de Gijón, Luis Antonio García. Es decir, un elenco muy variado pero, de una u otra manera, relacionado con la mar.
Pero sin duda el protagonismo fue para la familia de Daniel Ponte, con su madre Avelina Gutiérrez, a la cabeza, su viuda, Asunción Menéndez-Morán, su hijo Daniel y su hermana Mirian. Fueron su viuda y su hijo quienes descubrieron la placa que ahora identifica el 'Aula Daniel Ponte', donde se ubican los simuladores del centro. El rector dijo que «se dignifica a las escuelas dando nombre a sus espacios con personas que fueron su referente. Esas aulas frías recobran la vida». Fue un acto muy emocionante y, tras descubrir la placa, su viuda solo pudo decir que «estamos agradecidos y muy orgullosos».
Previamente, el salón de actos del centro prácticamente se llenó durante un sencillo acto de homenaje en el que se proyectaron diversas imágenes del profesor originario de Oviñana (Cudillero), pero siempre relacionadas con la navegación y con sus amigos. Ya desde muy joven «salía a la mar en todo aquello que flotara», explicó su compañero de docencia Roberto Álvarez Bucetas, quien recordó que Ponte se dedicó a la Marina Mercante hasta que «la añoranza de la familia le hizo buscar un nuevo rumbo en tierra». También relató su afición por la vela y las regatas hasta el punto de que ahora «la regata de la Universidad de Oviedo lleva el apellido de memorial Daniel Ponte. Siempre te tendremos en la memoria», apuntó.
El actual director de la escuela, Rubén González, ya fue alumno de Ponte y le describió como «una persona afable y preocupada por los estudiantes». Pero es que fue él mismo quien le reclamó para que volviera al centro y se fuera preparando para sucederle en la dirección. González tiene muy claro que «la figura de Daniel es de gran importancia en la historia de esta escuela. Todos los homenajes que se le hicieran serían pocos».
Y es que Ponte tuvo que lidiar con una difícil situación del centro. Testigo de ello fue el rector, quien recordó que «iba a cada poco por el rectorado». García Granda aseguró que «seguimos sintiendo el enorme vacío que ha dejado la pérdida de nuestro profesor». Y resaltó como sus principales características su «trabajo, implicación y verdadero entusiasmo. Era la personificación de la bonhomía».
A partir de ahora, el profesor Daniel Ponte quedará para siempre en la escuela por la que tanto luchó.
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