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Sábado, 11 de julio 2020, 16:24
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Eran las 14.45 cuando una persona que paseaba por la playa de San Lorenzo con un detector de metales localizó una pieza alargada que le hizo sospechar. Lo comunicó al servicio de Salvamento, que a su vez llamó a la Policía Local. El objeto metálico estaba cubierto de galipote y ante el riesgo de que fuera algún tipo de explosivo o proyectil, se decidió acordonar la zona, ante la escalera 11, y pedir la asistencia del Cuerpo Nacional de Policía y sus Técnicos Especialistas en Desactivación de Artefactos Explosivos (TEDAX).
La escena llamó la atención de una playa que entonces registraba media entrada. «Vinieron muy rápido y poner el perímetro», comentaba Natalia Miranda, una de las bañistas que se encontraban en la zona. A las 16.40 alcanzó el lugar el primer Tedax, quien obligó al resto de agentes a distanciarse antes de mover el objeto con cautela. La suciedad que cubría el mismo y su deteriorado estado no terminaba de disipar todas las dudas, por lo que solicitó el apoyo de otros compañeros.
Con ellos la pieza fue envuelta en una manta específica para estas maniobras, y se la sacó del arenal. Para hacerlo con todas las garantías se solicitó a los bañistas que abrieran paso y se mantuviera a prudente distancia.
Posteriormente el Ayuntamiento comunicó que el objeto del que se sospechaba que podía ser un antiguo proyectil era en realidad «la bengala de señalización de un submarino». A las 17 horas la playa recuperó su normalidad.
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