

Secciones
Servicios
Destacamos
Comidas en grupo, regalos de hijos a madres y los mejores modelitos para cumplir con la tradición en un domingo doblemente especial. Gijón se llenó este mediodía de estampas familiares para celebrar el Día de la Madre en terrazas y restaurantes. Daba igual que el cielo estuviese nublado y que las previsiones augurasen algunas gotas, lo importante era juntarse y disfrutar los unos de los otros.
En la plaza del Marqués, se juntaron Jessica M., Dely M. y María Isabel Marcos –hija, madre y abuela–, tres generaciones de mujeres que no necesitan de excusa alguna para pasar tiempo de calidad juntas, pero que este domingo tenían un motivo extra. «Nos encanta reunirnos y lo hacemos muy a menudo», señaló Jessica. Estaban tomando un vermú con su marido, Marcos G., y su padre, Carlos M., antes de ir a comer a Cimavilla. ¿Lo más especial del día? «Estar juntas, comer juntas y contar anécdotas», aseguraron.
1 /
Unos metros más allá, en la plaza Mayor, la familia que forman Luz Becerra, Alberto Montes y su hijo Martín, disfrutaba de unas sidras y unas aceitunas en La Galana. Son de Pontevendra y, como sus vacaciones de Semana Santa se truncaron, decidieron aplazarlas para el puente de mayo. El Día de la Madre les pilló en la jornada de viaje de vuelta, así que después de una visita al Acuario fueron a comer para coger fuerzas. «De aquí para casa, que tenemos 400 kilómetros por delante», dijeron sin perder la sonrisa.
Algunos, sin embargo, tenían comida familiar en casa «esperando», pero optaron por calentar motores primero en Cimavilla. Fue el caso de Cris Sanz, María Victoria Carnero (madre), Eduardo Díaz, Víctor Díaz (hijo) y los pequeños Iago y Guillén. Sentada frente a sus nietos, la abuela se deshacía en muestras de cariño. «Estoy feliz de la vida», afirmaba. Ese fue su mejor regalo.
Y, en la Ruta de los Vinos, el grupo de Alejandro C., Carmen Álvarez (madre), María José Álvarez (hija), Amalia Piñeiro, Luis C. y Jorge G. tenía la fiesta montada. «Vamos a comer en La jaula de los tres grillos y paga mamá», comentó con sorna su hija, porque «hay mucha pensionista prubina, pero esta es de los pudientes», remató.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.