La dirección local del PSOE en Gijón eleva a Ferraz las quejas de los afines a la alcaldesa

Tres afines a la alcaldesa firman la «reclamación» dirigida a la Comisión Autonómica de Ética de la FSA-PSOE. Aseguran que los promotores del proceso de primarias «cuestionan pública, reiterada y despectivamente a una alcaldesa socialista en el cargo en los medios de comunicación», algo que vulneraría el artículo 86.f de los estatutos federales. Dicho precepto califica de «falta muy grave» la que comete aquel militante al «menoscabar la imagen de los cargos públicos o de las instituciones socialistas».

Los estatutos prevén sanciones que van desde el apercibimiento si el hecho se considera leve a la suspensión de afiliación ante faltas muy graves. En los últimos meses la acusación de menoscabar la imagen de los cargos públicos fue la que le valió una suspensión de militancia al periodista gijonés Víctor Guillot.

A expensas del recorrido disciplinario, los afines a la alcaldesa acusan a la ejecutiva local de «actuar de forma partidaria» reproduciendo los «argumentos descalificativos contra la actual alcaldesa», llegando a su juicio a «presionar» a los militantes que prefieren mantenerse al margen del proceso. También ponen en duda que se acepten las firmas solicitando las primarias si se envían por correo electrónico.

Por todo ello solicitan la constitución de una comisión ajena a la actual ejecutiva para así lograr la «neutralidad» del proceso, se aclare cómo se verificarán las firmas de apoyo a las primarias y reclaman que se exija «la firma real de las fichas, no fotocopia o pdf» y se constate luego la rúbrica llamando por teléfono al citado militante. También piden tener la oportunidad de mandar una carta a la militancia especificando sus argumentos.

El documento se remitió a la FSA el martes, es decir, antes de que ayer la ejecutiva local celebrase la reunión en la que se había comprometido a analizar las quejas de los contrarios a las primarias. A la cita no acudió la alcaldesa, miembro nato de la dirección de Monchu García, pero que estaba en Madrid firmando un protocolo con la ministra de Transportes.

De puertas afuera, la dirección evitó entrar a valorar la denuncia del sector crítico, alegando que su papel es el de gestionar un procedimiento cuyas normas vienen marcadas por Ferraz. En base a esa posición el secretario de organización, César González, se limitó a dar traslado a las secretarías de organización Federal y Autonómica de las quejas de los contrarios a las primarias, aportando sus propias consideraciones. En su escrito, el 'número 2' de Monchu García recuerda que la resolución federal que concretó el proceso «reconoce el derecho a a realizar esa recogida de firmas». Los estatutos federales amparan «el derecho a la utilización de medios materiales y humanos» de la organización para ejercer las atribuciones que tienen los militantes.

En base a ello González reconoce que se ha cedido un espacio en la Casa del Pueblo «con acceso a ordenador, impresora y teléfono», así como el «envío de una única comunicación por medios telemáticos» de las razones que mueven a los impulsores. «En ningún caso la Comisión Ejecutiva Municipal equipara este procedimiento a un proceso de elecciones primarias», indica.

«Estatutariamente no existe un procedimiento para 'oponerse a la celebración de primarias', lo que sería impropio de un partido democrático y participativo», señala. El cauce más parecido, el de la iniciativa política, se ciñe a la recogida de firmas a favor «y no se da cobertura a la confrontación con posiciones contrarias».

El secretario de organización «lamenta» que los críticos «pongan en cuestión un procedimiento que, tal y como se ha explicitado, está amparado por la normativa interna y cuyo resultado final será verificado por la Comisión de Ética de la FSA».