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I. VILLAR
GIJÓN.
Viernes, 9 de agosto 2019, 01:08
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El empresario asturmexicano Antonio Suárez aprovechó su presencia en la región para reunirse con la alcaldesa de Gijón, Ana González, a quien presentó ayer el proyecto inmobiliario que tiene en marcha para la esquina entre la calle San Bernardo y Emilio Villa, cerca del Náutico. Ahí, a través de la sociedad Realidades del Pacífico España, construirá un edificio residencial de ocho plantas, respetando la fachada original diseñada por Manuel del Busto pero complementándola con otra de aspecto más contemporáneo. La intención es comenzar las obras lo antes posible e incluso este mismo año.
«Ya tenemos todos los permisos, pero venimos a decirle que aunque el proyecto está aprobado si hay cualquier cosa que quieran cambiar para embellecer aún más Gijón estamos abiertos a hacerlo», apuntó a la salida de este encuentro, que el empresario calificó de protocolario y al que acudió acompañado del cónsul de México en Asturias, Jesús Gutiérrez. «La alcaldesa y yo nos conocimos hace unos días en un acto y también coincidimos en el patronato de la Fundación Princesa de Asturias. Quise venir a saludarla y a enseñarle proyectos positivos que tenemos para Gijón», remarcó.
Suárez puntualizó que el sector de la construcción «no es al que me dedico, pero intentamos hacerlo lo mejor que podemos para apoyar a la ciudad». Recordó a este respecto que ya participó como promotor en una operación en Begoña «para salvar un edificio que estaba cayéndose». «No es que esto sea un gran negocio, porque si quisiera hacer dinero construiría en México o en EE UU, donde hay más 'boom' que aquí. Lo que quiero es ayudar a crear actividad económica». Añadió con respecto a todos los trámites que conlleva una inversión de estas características que aunque «burocracia existe en todo el mundo, parece que unos sitios hay más que en otros».
En lo que respecta a su sector, el marítimo, reiteró su compromiso de que «el próximo barco que haga será en Gijón». Y aseguró que haber dado carga de trabajo a los astilleros de la ciudad «es una de las cosas que más me ha alegrado, porque permitió devolverles la vida. Son 600 personas las que trabajan ahí, y el esfuerzo mereció la pena porque además le dimos continuidad y no se quedó en lo que en México llaman «una llamarada de petate, que se va en nada». El empresario recordó que «me crié aquí, viví aquí toda mi infancia y le tengo mucho cariño a la ciudad». Por eso además de las inversiones previstas está abierto a otras colaboraciones. La alcaldesa la planteó ayer, por ejemplo, apoyar alguna iniciativa cultural. «Veremos cualquier cosa que sea positiva para Gijón y vaya en su beneficio», aseguró él.
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