«Espero que nos pidan perdón», dicen los acusados del 'caso El Musel'

«Nunca tuve ninguna duda, porque sabía que no hubo irregularidades», explicó Menéndez Rexach a EL COMERCIO, si bien apuntó que «lo que no sabía era cuándo iba a parar» este proceso. Y es que hay que recordar que ya el Tribunal de Cuentas había dictado otra sentencia absolutoria en su momento sobre la gestión de la obra portuaria.

En 2014 se presentó la denuncia de la Olaf y en 2015 la Fiscalía Anticorrupción formuló las acusaciones, a las que adhirieron el Observatoriu Ciudadanu Anticorrupción d'Asturies (Ocan) -vinculado a Podemos-, la Abogacía del Estado y la Asociación de Vecinos del Alto Aboño, en la persona de José Prendes. Ante el fallo que refleja la sentencia, Fernando Menéndez Rexach dijo que «espero que las acusaciones nos pidan perdón o digan que este proceso fue una instrumentalización política». Lo que lamenta es que este asunto haya llegado a dirimirse en juicio oral a pesar de que ya la Fiscalía de Gijón había dado carpetazo al asunto en un primer momento. La conclusión del exdirector del Puerto de Gijón es de «satisfacción, pero lamentar el retraso que hubo. Ahora, esperamos que quienes nos acusaron rectifiquen y se apoye esta obra».

Los abogados defensores también mostraron su alegría por este fallo. Agustín Azparren es el letrado defensor de Fernando Menéndez Rexach e indicó que «llevo mucho tiempo diciendo que aquí no hubo nada penal». Azparren resaltó de la sentencia que, «sin decirlo, echa la culpa a los jueces de instrucción, cuando dice que fallaron los filtros procesales para que una causa sin indicios llegara a juicio». Criticó el abogado que el juzgado de instrucción copiara las tesis de la Fiscalía, pues «tiene que haber un filtro para evitar que se haga un juicio de seis meses, con muchas personas desplazadas desde Asturias, con más de 20 sesiones, y sin indicios de delito». También llamó la atención sobre el poco tiempo que los magistrados tardaron en sacar la sentencia, lo que quiere decir que «lo tenían muy claro, con una sentencia muy bien esquematizada y explicada».

La defensa de José Luis Díaz Rato, quien fuera director del Puerto de Gijón durante la obra, fue ejercida por Viliulfo Díaz y Javier Díaz Dapena. El primero indicó que «tenemos satisfacción y una inmensa alegría, porque se ha reparado una injusticia inmensa». Es más, recordó que «hemos tenido que soportar esta situación más de nueve años» y remarcó que durante todo este tiempo tuvieron que padecer la «pena de banquillo. Había quien decía que era el mayor escándalo que se podía producir en democracia. Es increíble, con estas cosas no se puede jugar».

También recordó Viliulfo Díaz que todos los juicios celebrados hasta ahora fueron fallados a favor de los imputados, incluida la pieza separada de 'A ver la ballena'. «No se puede hacer estas cosas» y culpó de ello a la actitud de la Fiscalía Anticorrupción y la Abogacía del Estado, así como a las acusaciones popular y particular: «¿Cuándo saldrán a decir: me equivoqué, perdón?». Pero también critico la falta de apoyo por parte de los actuales responsables de la Autoridad Portuaria de Gijón. «Han sufrido solos, sin ningún respaldo», apuntó en referencia a Menéndez Rexach y Díaz Rato

Viliulfo Díaz explicó que, aunque tanto él como su cliente están «satisfechos y muy contentos», aseguró que «hay males que no se curan». Por ello y por la obra portuaria que llevaron a cabo, cree que «el Ayuntamiento de Gijón les tenía que hacer un reconocimiento».