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Lunes, 8 de junio 2020, 00:43
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Tras casi 26 días en huelga de hambre, uno de los cuatro trabajadores de la terminal granelera de El Musel (EBHI) abandonó ayer el encierro tras empeorar de forma severa su estado de salud. El estibador, encerrado desde el pasado 13 de mayo para exigir el cumplimiento de la tasa de reposición y de los acuerdos alcanzados con la empresa, fue despedido por más de un centenar de personas que se concentraron en una de las entradas al puerto. Así, entre gritos de ánimo, la ambulancia se abrió paso entre la multitud para trasladar al trabajador al Hospital de Jove. Mientras, sus otros tres compañeros, mantendrán el encierro como forma de ejercer presión sobre la empresa, que, tal y como aseguran desde el comité de empresa, se niega en estos momentos a negociar tras los actos vandálicos que tuvieron lugar la pasada semana en las instalaciones.
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