Fade reclama que se «flexibilice» la economía azul

El Ayuntamiento quiere convertir Naval Gijón en un polo económico de primer orden centrado en la denominada economía azul. Se cumple un mes desde que la alcaldesa, Carmen Moriyón, anunciara su proyecto, y ayer la Sociedad Cultural Gijonesa abrió a debate el plan municipal.

El concejal de Urbanismo, Jesús Martínez Salvador; la presidenta de Fade, María Calvo; el presidente de la Federación de Asociaciones Vecinales de Gijón, Manuel Cañete; y la arquitecta urbanista Verónica Durán coincidieron en apuntar que 'Naval Azul' es «un proyecto que lo tiene todo para ser un éxito y ser un espacio transformador» para Gijón.

El plan de reforma interior del ámbito de actuación será redactado por el equipo de Martínez Salvador, quien, al tiempo que alababa el Plan General de Ordenación, apuntó a que serán «escrupulosos» con el cumplimiento de la ficha técnica del área. El PGO define con meridiana claridad los usos de estos terrenos. El 80% deberá destinarse a «usos productivos vinculados a la pesca, la acuicultura, la navegación, la biotecnología marina y las energías renovables». Es decir, la sonada industria azul. Al 20% restante del terreno le podrán dar usos compatibles (dotacional, terciario de oficinas y servicios personales) y complementarios (hotelero, hostelero, recreativos, de espectáculos y comercial).

Fade insistió ayer en que se necesita una visión amplia y de conjunto. «No ver la adecuación y recuperación de ese territorio como una cápsula, sino que debe estar conectada con la centralidad y con espacio cercanos -como Natahoyo o Plan de Vias- que también están en desarrollo y que tienen otros usos mixtos», aclaró la presidenta de Fade, quien subrayó además en que «Gijon tiene una nueva oportunidad histórica para aprovechar la imagen y los usos que quieren ofrecer para los próximos 50 años en un espacio de especial interes y atractivo».

Por su parte, Manuel Cañete, que ya alertó en este periódico el «déficit» de este equipo de gobierno en materia de participación, reclamó que las asociaciones vecinales participaran en el desarrollo de la zona. «Con Naval Azul, Gijón entrará de manera definitiva en el siglo XXI, y a los vecinos no se les puede dar la espalda», reclamó el representante vecinal.

El debate contó con la visión técnica de la urbanista Verónica Durán, quien manifestó que los planes municipales «completan y amplían la fachada marítima y consolida la posición de la zona oeste». La experta destacó la «versatilidad» de los 60.087 metros cuadrados del espacio. También apuntó a la necesidad de no compartimentar Naval y de abrirlo al barrio, aspecto refrendado por Martínez Salvador.

La financiación de todo gran proyecto de ciudad es mirada con lupa por los agentes sociales y económicos. La adquisición del 60% de los terrenos, propiedad de la Autoridad Portuaria y tasados en cinco millones, aún no se ha cerrado. De la compra del 40% restante, propiedad de la empresa Pymar, no se conocen aún detalles, si bien el Ayuntamiento se reserva el derecho de incluir a la empresa en una junta de compensación.

Lo que es seguro es que en el desarrollo de 'Naval Azul' se necesita financiación público-privada. «Es imprescindible; buscaremos todas las fórmulas posibles», apuntó el concejal de Urbanismo en un debate que aplaudió la propuesta municipal.