Borrar
Inmaculada Morán, jefa de servicio, y Félix Uría, máximo responsable de la Policía Portuaria, en la sala de control con otros dos agentes del cuerpo. FOTOS: DAMIÁN ARIENZA

Los fieles guardianes de El Musel

Seguridad y control. Cuenta con cinco equipos de seis agentes cada uno que se encargan desde encender las luces del puerto hasta controlar la descarga de mercancías

MARCO MENÉNDEZ

Domingo, 21 de marzo 2021, 00:41

Comenta

Son el corazón del puerto de El Musel. Sin la Policía Portuaria, prácticamente nada funcionaría, ya que por sus manos pasan no solo la seguridad de las instalaciones, sino también todos los datos de los buques que operan en los muelles, las cargas que estiban o desestiban, los servicios que se prestan a los barcos, los controles de acceso, la iluminación, el funcionamiento del túnel bajo el cabo Torres e, incluso, la atención al público. Todos los datos que recaban sirven, además, para que la Autoridad Portuaria de Gijón pueda facturar a buques y consignatarios todos los gastos que ha supuesto el paso de los navío por el puerto. Tal es así que, por ejemplo, todos los días tienen que medir la superficie de muelle que ocupan las diferentes cargas, para después pasar la factura.

El equipo depende del director de Servicios Generales, Pablo Crabiffosse, pero el máximo responsable de la Policía Portuaria (puesto antiguamente denominado comodoro) es Félix Uría. Dispone de cinco equipos (llamado 'G', 'I', 'J', 'O' y 'N') con seis integrantes cada uno. Además, hay un jefe de servicio, en este caso una mujer, Inmaculada Morán.

Sus instalaciones están llenas de grandes pantallas. «Todo está centralizado aquí», explica Pablo Crabiffosse», quien apunta que «el jefe de equipo es el encargado de coordinar toda la actividad y los destinos de la Policía Portuaria, desde los controles de acceso hasta los patrullajes». Lo cierto es que los agentes tienen que acomodar su ritmo de trabajo al propio de la explotación portuaria. Si hay poco movimiento de barcos, su jornada será más tranquila, pero pueden llegar varios buques a la vez, lo que hará que su actividad se multiplique de manera considerable. «El tráfico comercial va según la demanda del importador y el exportador, con lo que se pueden acumular varios barcos. Con los contenedores no ocurre eso, ya que son líneas regulares», apuntan.

Su uniforme es ligeramente distinto al de otros cuerpos de seguridad, para no inducir a confusión, y «disponemos de defensas, un spray y grilletes. Nuestra labor es preventiva, ya que la reactiva depende de la Guardia Civil y la Policía Nacional», explica Uría.

Desde el centro de control de la Policía Portuaria se puede observar todo lo que ocurre en el puerto. Multitud de pantallas y ordenadores lo hacen posible. «Desde aquí controlamos las comunicaciones, las emergencias, los servicios y los accesos del puerto, ya que tenemos un circuito cerrado de televisión con 40 cámaras que graba 24 horas los siete días de la semana. Si se produce algún incidente, se extraen las imágenes», relata Crabiffosse. También están monitorizadas todas las terminales del puerto y disponen del sistema AIS, con el que se siguen todos los movimientos de los barcos.

Son un servicio policial pero sus efectivos han de entender de materias muy diversas, como de la propia operativa del puerto, de ferrocarriles (todos los muelles cuentan con vías férreas), de primeros auxilios e, incluso, de extinción de incendios. Félix Uría destaca que tienen un teléfono de emergencias «y todo se gestiona desde aquí, con protocolos de comunicación con las ambulancias y los usuarios. Si viene una ambulancia, no sabe dónde está determinado punto del puerto y nosotros la acompañamos. Además, tenemos acceso a todo tipo de comunicación, ya que somos el nodo vital del puerto».

Sala de crisis

Sus instalaciones disponen, además, de un gran espacio que puede funcionar como sala de crisis, desde la que se tiene visión directa de lo que ocurre en el centro de control, que también cuenta con un generador que, en caso de fallo eléctrico, le puede proporcionar energía durante 24 horas. Los policías portuarios tienen presunción de veracidad, como cualquier otro agente, y pueden poner multas, aunque «no por afán recaudatorio sino educativo», como señala Uría. Pero también tienen capacidad para controlar la pesca fresca que llega a diario a los muelles del Rendiello. Como muestra de lo vital que es su labor, le basta con una frase: «Tenemos todas las llaves del puerto».

También tienen bajo su responsabilidad la zona de paseo del Puerto Deportivo, «sobre todo en verano, pero nos coordinamos con la Policía Local y la Policía Nacional», remacha.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcomercio Los fieles guardianes de El Musel

Los fieles guardianes de El Musel