Un día filatélico

Fue un día importante para los filatélicos de Gijón, que los había, muchos y muy abnegados, en legión hace medio siglo. Entonces, a eso de las once y media de un día como el de ayer (y, como suele ser perceptivo en la prensa escrita, lo contamos en EL COMERCIO al siguiente día), llegó a la ciudad León Herrera Esteban, a la sazón director general de Correos y Telecomunicación, acompañado por el gobernador civil de Asturias y del delegado provincial de Información y Turismo, «además de otras representaciones». Se dieron cita, como no podía ser de otra manera, en el edificio de Correos y Telecomunicación de la villa, donde les esperaban el director general, el alcalde gijonés y el administrador principal de Correos.

«El señor Herrera Esteban y acompañantes realizaron un detenido recorrido por las distintas dependencias de Correos y Telecomunicación en nuestra ciudad, en las que el director general saludó al personal y se interesó por las características del servicio», dijimos. «A continuación, en la sección de Cartería, se procedió al sorteo de lotes de regalos con que el Grupo Filatélico de Gijón obsequia a los carteros de la plantilla local». Para esta última actividad fue necesario cuadrar agendas, ya que el sorteo solía celebrarse el día de San Gabriel, patrón de los filatélicos, «pero este año se ha hecho coincidir, excepcionalmente, con la visita del director general».

Había cuatro lotes a sortear, pero los carteros solicitaron que solo tres entrasen en lid, entregándose el sobrante a su compañero Hilario José de la Cruz, que se encontraba enfermo. La última palabra, perteneciente a Pedro Garnug, presidente del Grupo Filatélico de Gijón, fue afirmativa. Con respecto a los otros lotes, el primero sería sorteado por el director general; el segundo, el gobernador civil; y, finalmente, el tercero, por el alcalde de Gijón. Resultaron vencedores, a saber y respectivamente, Agustín Pérez Delgado, Armando Lorenzo Alonso y Benigno Bartolomé Antón.

Sorteados, entregados y listos los lotes, puso rumbo Herrera Esteban hacia Oviedo. En automóvil, eso sí... ¡no por correo postal!

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