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Fernando Bernardo, junto al tatuaje con el rostro de la madre por el que fue identificado por la Policía francesa, en colaboración con la de Gijón. E. C.
El fiscal reprocha a cuatro narcos su desprecio a la vida tras dejar morir al gijonés, Fernando Bernardo, que hacía de 'mula'

El fiscal reprocha a cuatro narcos su desprecio a la vida tras dejar morir al gijonés, Fernando Bernardo, que hacía de 'mula'

La Fiscalía pide condenar por homicidio a los acusados de dejar morir a un hombre que hacía de mula transportando droga en su estómago

efe

Miércoles, 9 de mayo 2018, 18:01

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La Fiscalía ha pedido hoy condenar por homicidio a cuatro narcos acusados de dejar morir a un hombre que hacía de mula transportando droga en su estómago ante «el desprecio máximo a la vida humana y el ánimo de lucro despiadado» que les llevó a abrirle el abdomen para extraerle las cápsulas de cocaína que había ingerido y descuartizarle para deshacerse del cadáver.

Así lo ha expuesto el fiscal antidroga Ignacio de Lucas al anunciar que mantenía su petición de pena para los cuatro acusados de un delito contra la salud pública y de otro de homicidio, a los que reclama también una indemnización de 140.000 euros para la madre del fallecido, Fernando Bernardo, nacido en Gijón.

Para el presunto líder de la red de narcotraficantes Heriberto Reyes, Yoni, la Fiscalía pide 30 años de cárcel, y 24 años para sus tres directos colaboradores: Benjamín Guzmán, Alexander Méndez y Alba Leidy Cabrera, sobrina de Reyes.

«Todos los acusados intervinieron en el proceso mortal para la vida de Fernando, todos son eslabones en la organización y Fernando era el más débil», ha destacado el fiscal.

A su juicio, todos ellos son responsables por participar en esa operación en la que el fallecido iba a hacer de transporte de la droga a Suiza, donde residía Reyes, que es quien tiene «una responsabilidad mayor».

Según el fiscal, el día antes de que muriera, el 8 de julio de 2014, Fernando ya se encontraba mal por el proceso de ingesta, «no porque se le hubiera roto una cápsula, porque si no habría muerto antes» y así consta en los mensajes que le envió a su novia, a la que había manifestado que quería abandonar esta actividad porque le estaba afectando a la salud.

«Ese día hubiera sido tan sencillo pararlo todo», ha lamentado el fiscal, que ha considerado que si bien la muerte podría no haber sido evitable -a la luz de los informes periciales-, lo que es «evidente en su actuación es que no hicieron nada» por evitarla e incluso mandaron un mensaje a la novia haciéndose pasar por él diciéndole que le cortaban el móvil.

«Aquí hay una víctima por partida doble, de su propia adicción, resultado del mundo del narcotráfico el cual manejaba a su antojo Heriberto Reyes, y también es víctima porque fallece sin que nadie le atendiese», ha insistido do el fiscal.

Tras admitir que éste no actuó de mula porque le pusieran una pistola en la cabeza, De Lucas ha señalado que existen otras formas de coacción, como sería en este caso la adicción a la cocaína que le llevó a endeudarse con Reyes.

En cuanto a la red de narcos, el fiscal ha explicado que, aunque no era numerosa, estaba muy jerarquizada y era Reyes quien organizaba los transportes de España a Suiza y reclutaba a los correos de la droga como Fernando, mientras que Guzmán se encarga de la logística -es al que avisan para deshacerse del cadáver- y los inquilinos del piso de Villadiego (Burgos) donde sucedieron los hechos, Cabrera y Méndez, que eran pareja, recibían una cantidad por que se hiciera ahí la ingesta de droga.

Las defensas han pedido por su parte la absolución por el delito de homicidio apoyándose en un informe pericial emitido en Francia, donde fue encontrado el cadáver descuartizado en una maleta, en el que se señala que la causa de la muerte fue por intoxicación aguda por cocaína, lo que lleva al fallecimiento en 20-30 minutos, por lo que el deceso era inevitable.

La Fiscalía cree que Guzmán, Cabrera y Méndez «decapitaron y desmembraron el cadáver, repartiendo los miembros en distintas bolsas de plástico que introdujeron en una maleta», de la que se deshizo Reyes, tras ocultar las cápsulas de cocaína en su coche, en una zona boscosa de Tarnes (Francia), para proseguir con su viaje a Suiza.

Horas después resultó detenido cuando trataba de cruzar la frontera suiza, donde le fueron intervenidas las cápsulas, por lo que fue condenado el 22 de marzo de 2016 a 4 años y 6 meses de cárcel por narcotráfico.

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