Cierra la comunidad jesuita del colegio de la Inmaculada

Según la Red Ignaciana, la decisión se debe básicamente a la falta de vocaciones. «El número de jesuitas es menor que en otras épocas y ello conlleva la necesidad de ir adaptando las presencias». En los últimos años algunos sacerdotes de la comunidad de la Inmaculada han sido trasladados por motivos de salud y «han fallecido varios compañeros, algunos de ellos verdaderos pilares de la comunidad». En 2017, por ejemplo, el colegio despidió al padre Pachi Cuesta, uno de esos pilares.

Además, la orden sigue cada vez más la opción de «separar comunidades y obras».

En cualquier caso, no habrá cambios en la gestión del colegio, cuyo director es el padre Alfredo Flórez. La comunidad jesuita seguirá presente en la ciudad en El Natahoyo.

La Compañía de Jesús vive «con pesar» esta decisión, después de 128 años de presencia jesuita en el edificio de Hermanos Felgueroso.