Martín, dispuesto a analizar los datos si dicen que dos carriles son lo mejor para el tráfico en el Muro

Martín defendió que el 'cascayu' es muy utilizado los fines de semana por los gijoneses, especialmente por familias y niños con patinetes y bicicletas, con lo que «se ha creado una relación de paseo y estancial». Y es que el cierre del tráfico en Rufo García Rendueles en sentido hacia el centro pilotó gran parte de su intervención. «Desde 2002 la máxima aspiración del Plan del Muro es ganar espacio para los ciudadanos», anotó, y lo necesario es «ver cómo llegamos a ese objetivo», apostilló.

Según sus palabras, aún existe la posibilidad de que en Rufo Rendueles vuelva a haber tráfico en ambos sentidos: «Es posible si alguien pone los datos y demuestra que es lo mejor. Estamos dispuestos a ver esos datos», aunque recordó que la decisión final será del Pleno. El concejal apuntó que «no son debates nominales, sino que se trata de saber qué es lo mejor para la ciudad». Explicó que con la modificación del cruce de las avenidas de Castilla y la Costa se mejoró en la fluidez del tráfico, pero reconoció que «el mayor problema es en Los Campos. Se impidió el giro a la izquierda, pero nos cuesta encontrar una solución al cuello de botella que generamos. No encontramos un elemento de gestión para esa situación». Eso sí, añadió a continuación que «si antes de Castilla a Begoña se tardaban dos minutos y medio, ahora son cuatro minutos. ¿Es tanto problema?». En su opinión, la ciudad solo tiene problemas de tráfico en «la avenida de la Costa y dos o tres calles más».

De cualquier modo, en materia de movilidad Aurelio Martín quiso dejar claro que «no es una guerra contra el coche, sino una guerra contra el cambio climático. No es posible que para un desplazamiento de diez minutos se saque el coche». Además, se mostró convencido de que «el debate que estamos teniendo ahora será absurdo dentro de cuatro años».

También habló sobre el río Piles y su recuperación. Explicó que las alternativas que se presenten para realizar la obra han de tener en cuenta la práctica del piragüismo, aunque será «sin anillo navegable, porque distorsionaría esa recuperación. Al Grupo Covadonga lo que le gustaría es que garantizáramos la práctica del piragüismo y vamos a ver qué nos presenta la empresa que realice el proyecto». Aurelio Martín aseguró tener un gran respaldo no solo por parte de los grupos conservacionistas, sino que «tenemos el apoyo del 80% de la ciudadanía de Gijón, porque las cuestiones medioambientales no solo están en el ámbito de la izquierda».

El edil defendió que Gijón tenga unos impuestos que sean la media de los de las ciudades de similar tamaño y se mostró partidario de poner en práctica ya el IBI diferenciado, así como recuperar tasas ahora suspendidas, como las de las terrazas. También se mostró partidario de la cooficialidad del asturiano, aunque no reconoció que «lo hablo muy mal. Si lo hablara, insultaría a la llingua». Pero también abordó sin tapujos la polémica prohibición de los toros en Gijón anunciada por la alcaldesa, Ana González: «Es un paso más que tiene que ver con las ciudades más civilizadas. Me cuesta mucho entender el maltrato animal como expresión cultural». Pero no quiso quedarse solo en la tauromaquia, pues añadió que «a los musulmanes se les permite degollar a los corderos mirando a La Meca y yo eso también lo considero maltrato animal».

Martín quiso quitar peso en la decisión que dos de los morlacos de la Feria de Begoña se llamaran 'Feminista' y 'Nigeriano', y quiso centrar el debate en el maltrato. No obstante, apuntó que «los nombres tienen una simbología evidente. La gracia de los toreros no hubiera sido la misma si un toro se hubiera llamado Francisco Franco. Creo que es de muy mal gusto tocar sensibilidades como la violencia contra las mujeres y el problema de la emigración».

Rechazó el concejal las encuestas que vaticinan una bajada de los partidos de la izquierda en las próximas elecciones. Es más, aseguró que «los resultados en Asturias y Gijón son positivos para la izquierda. Nosotros recuperamos posiciones con respecto a hace dos años».

Martín defendió que el equipo de gobierno avance en asuntos que se encuentran en los programas de los partidos de la coalición, como puede ser la ordenanza de laicidad. «¿Es prioritario? No, pero es una cosa más».