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Olaya Suárez
Gijón
Miércoles, 12 de marzo 2025, 06:22
«María Luisa era una luchadora y disfrutaba muchísimo de la vida pese a lo difícil que lo tuvo siempre. No merecía este final tan ... injusto». Los familiares y amigos de la mujer de 43 años fallecida tras caer con su silla de ruedas por unas escaleras del puente del Piles, en Gijón, lloran la pérdida de una «persona que siempre, desde pequeña, hizo gala de su fortaleza mental». Padecía osteogénesis imperfecta, conocida como la 'enfermedad de los huesos de cristal', pero esa fragilidad física se empeñaba en que no fuera incapacitante para disfrutar de la vida. «Era una vividora nata», dice su familia, arropada por sus muchos amigos en el tanatorio de El Salvador, en Oviedo, donde ha quedado instalada la capilla ardiente.
María Luisa González Fernández era ovetense y durante toda su vida estuvo vinculada a Ciudad Naranco. Estudió en el colegio de las Ursulinas desde muy pequeña hasta y allí la recuerdan como «una niña muy delicada de salud pero al mismo tiempo con mucho carácter y empeñada en que su condición física no le supusiese una traba». Participaba de todas y cada una de las actividades, tanto lúdicas como lectivas, «iba a las excursiones, a la fiestas, a cualquier actividad que se organizase... Era una compañera más, muy integrada con todos».
Ese carácter luchador se lo inculcaron en buena parte sus padres, José María y Mari Paz, quienes trasmitieron a su única hija la necesidad de ser fuerte, positivo y de disfrutar de la vida pese a los obstáculos que se fuese encontrando en el camino.
Precisamente el domingo estaba en eso, en disfrutar de una jornada de paseo junto a su pareja, Víctor (que también se desplaza en silla de ruedas), cuando sufrió la caída. Ocurrió sobre las 12 del mediodía. Se disponían a bajar desde el puente del Piles hacia la avenida del Doctor Fléming, justo frente al hotel Abba, cuando en lugar de bajar por la rampa de la derecha siguió de frente por la zona de las escaleras. Cayó de la silla y se golpeó contra el suelo. Los primeros en auxiliarla fueron varios testigos y también los agentes de la Policía Local hasta la llegada de los sanitarios. Estaba semiinconsciente, pero a priori su estado de salud no era tan comprometido como para prever el fatal desenlace que se precipitaría horas después. Fue llevada al Hospital de Cabueñes y desde allí derivada al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), donde murió ayer lunes.
«Ahora toca despedirla y ya tendremos tiempo de ver lo qué hacemos, pero nos han dicho que la zona no está señalizada...», dicen sus familiares, en referencia a que las escaleras en las que sufrió la caída María Luisa no tuvieran una señalización adecuada para diferenciar la zona de rampa ubicada justo al lado de la de los peldaños, muy separados en plataforma y que pueden dar lugar a confusión de no conocer la zona. La familia estudia emprender medidas legales contra el Ayuntamiento de Gijón.
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