Gijón recibe el archivo personal de Francisco Prendes, un ciudadano 'ejemplar'

González, durante el acto celebrado en el Salón de Recepciones Municipal en el que ha estado presente la viuda de Paco Prendes, Carmen Veiga, ex concelaja socialista, sus hijos y otras familiares y amigos, entre ellos la ex regidora gijonesa, Paz Fernández Felgueroso, ha incidido en que el recibir este legado de una persona que le es cercana «emociona más y lo hace más difícil».

De Prendes ha destacado su gijonesísmo crítico pero constructivo«, sin caer en soberbias. Llevaba, según la alcaldesa, en sus genes el gijonés que hizo las Américas y regresó para traer conocimiento cultivado durante años.

También ha resaltado de él que era conversador, urbano, paseante y que tenía mucho de gijonés ideal, por herencia, por crianza, por actitud y carácter. Además, ha hecho mención a su defensa de la República, en torno a la que giraba todo su pensamiento político formado por ciudadanos libres e iguales.

E incluso pensaba en una República Ibérica para recuperar un futuro común y acabar con inquinas del pasado, a la que recientemente también ha hecho alusión el alcalde de Oporto. Eso sí, ha remarcado que nunca perdió su ideario socialista. «Siempre buscaba complicidades e intentaba sumar», ha asegurado.

«Ya es memoria de todos los gijoneses y gijonesas», ha resaltado, antes de tener unas palabras para sus nietos: «Vuestro abuelo era un hombre ejemplar», les ha indicado la alcaldesa, quien ha añadido que es «de justicia» que el archivo de alguien que se dedicó a estudiar Gijón quede en la ciudad.

En el acto ha intervenido, además, su hijo mediano Juan Carlos Prendes, quien ha enfatizado la pasión de su padre por Gijón. «Es un orgullo que el Ayuntamiento acepte hacerse cargo del legado de nuestro padre», ha resaltado, confiando en que algún día sirva a otros para conocer más sobre el municipio.

Este ha agradecido, además, a Eduardo Núñez, responsable del archivo municipal, las muchas horas de trabajo que ha dedicado para organizar este legado. Precisamente su padre pasó también muchas horas en la Torre del Reloj, sede el archivo municipal, empapándose de la cultura e historia de Gijón.

El legado está formado por 136 unidades de instalación, 112 cajas de archivo, dos publicaciones de gran formato, ocho carteles, láminas y otros; diez encarpetados y cuatro obras artísticas enmarcadas. A esto se suma documentación y fotografías.