Gijón reclama mejoras estéticas y medioambientales para el intercambiador

Jesús Martínez Salvador, portavoz del equipo de gobierno y concejal de Urbanismo, a la vista de las infografías de las marquesinas publicadas ayer por EL COMERCIO, indicó que «tienen margen de mejora tanto el impacto estético y medioambiental de ese futuro intercambiador como el riesgo de que la futura estación intermodal, un proyecto por el que Gijón y Asturias llevan décadas esperando, se diluya finalmente en una simple estación de tren». El equipo de gobierno gijonés reclama una relación más estrecha con los responsables del Principado para llevar a delante proyectos como este. En palabras de Martínez Salvador, «entendemos que para la consecución de este tipo de proyectos es necesaria la mayor lealtad y colaboración entre instituciones».

Es por ello por lo que desde el Ayuntamiento de Gijón ya se están elaborando los correspondientes informes sobre algunos de los asuntos a mejorar, pues se han detectado «afecciones medioambientales, urbanísticas, de configuración del espacio urbano y de movilidad». El concejal de Urbanismo considera necesario que «sean valoradas por el principado a fin de alcanzar el mejor proyecto posible para la ciudad».

Como era de esperar, la postura socialista es diametralmente opuesta, aunque reconoce que desde un primer momento se debería haber hecho hincapié en informar debidamente a la ciudadanía sobre este proyecto «acallando todas las mentiras interesadas que se han venido aireando desde hace tiempo», según explica el concejal Tino Vaquero.

El edil, que explicó que en las infografías publicadas por EL COMERCIO «se puede ver perfectamente cuál puede ser el resultado de la ejecución del intercambiador», indicó que se pueden hacer ajustes en el caso de que se plantearan alegaciones o se vieran necesidades. En su opinión, el proyecto «es una mejora sustancial respecto a lo que tenemos ahora», pero quiso aclarar muchas de las dudas que existen sobre el proyecto. En primer lugar, explicó que «se trata únicamente y exclusivamente de mobiliario urbano y no de obras complejas que vayan a modificar la configuración urbanística de la zona», con un modelo similar al utilizado en diferentes ciudades europeas. Tino Vaquero aseguró que el intercambiador «no va a suponer tráficos adicionales. No va a haber más autobuses de los que los que actualmente pasan por la zona. No es ninguna estación donde vaya a haber autobuses detenidos durante todo el día». Según remarcó, sólo será utilizado por vehículos de EMTUSA y de CTA.

Otro asunto que quiso aclarar Vaquero es que «la incidencia en el tráfico va a ser inexistente o muy pequeña», como puntuales traslados de pasos de peatones y la construcción de una rotonda, al tiempo que «no supone ninguna reducción de espacios para el disfrute peatonal».

El concejal socialista también quiso garantizar el futuro de la estación intermodal, un proyecto que «nada tiene que ver con la ejecución del intercambiador». Además, ahondó que «la estación intermodal se ejecutará junto a la estación del ferrocarril como una parte del desarrollo del plan de vías de Gijón», por lo que el intercambiador «en nada interfiere con la ejecución de la estación, que van por vías totalmente independientes tanto en la ejecución como en la financiación».