Uno de los tramos de la traída de Los Arrudos en trabajos de remozado se sitúa en la parroquia de Fano, adonde ayer acudió el concejal Martínez Salvador. FOTOS: JESÚS MANUEL PARDO

Gijón recuperará en julio el agua de Los Arrudos tras seis meses de obras renovando la red

La traída construida en 1929 y que atraviesa 50 kilómetros desde el parque de Redes proporciona uno de cada cuatro litros de consumo

Viernes, 24 de mayo 2024, 02:00

Es una de las obras civiles de mayor relevancia de Gijón: una traída de agua que comenzó a construirse en 1929, que recorre 50 ... kilómetros (Campocaso-Gijón), y que actualmente suministra a la ciudad uno de cada cuatro litros del agua que consumen los gijoneses. Son, por tanto, cinco millones de metros cúbicos de agua al año. En la práctica es casi la totalidad del embalse de San Andrés de los Tacones.

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De su magnitud da cuenta EL COMERCIO el 9 de enero de 1927, en la página dos de su ejemplar 15.144, donde informa de que el ingeniero Fernando Casariego hizo llegar al alcalde, por aquel entonces Emilio Tuya García, su proyecto de traída por 7,5 millones de pesetas. Apenas un mes y medio después –el 16 de febrero de 1927–, burocracia mediante, este periódico informó a los gijoneses del visto bueno del Pleno del Ayuntamiento al proyecto de traída.

«A Casariego esta ciudad le debe mucho», apuntaba ayer Vidal Gago, director gerente de la EMA, durante la visita de Jesús Martínez Salvador, concejal de Urbanismo y presidente de la Empresa Municipal de Aguas (EMA), a una de las cinco obras de remozado que la empresa municipal está llevando a cabo en la ya casi centenaria red de distribución.

El cierre de la traída ha supuesto a la EMA la compra de tres hectómetros de agua por 500.000 euros

Hace cuatro meses que la EMA comenzó unas obras de renovación de cerca de cuatro millones de euros, que han obligado a los técnicos a cortar un suministro que será restablecido previsiblemente el 4 de julio. Durante los meses de inutilización de la traída, la EMA ha tenido que comprar a Cadasa un volumen de tres hectómetros cúbicos, lo que ha supuesto un gasto adicional de medio millón de euros.

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En tres (Pozo Cordero, Quintana y Caldones) de los cinco tramos que se están renovando se ha utilizado una tecnología sin zanja, conocida como revestimiento deslizando, que consistente en la introducción de una nueva tubería interior a la ya existente. En estos casos, la pérdida de sección geométrica se compensa con la reducción del daño material que generaba el paso del agua por tuberías que, en algunos tramos, databan de los años 40. En los otros dos tramos restantes, ambos situados en Siero, se han sustituido las viejas conducciones por otras de fundición. Se han cambiado 4.400 metros de tuberías en las cinco actuaciones que se están llevando a cabo y que están en ciernes de ser entregadas por el Ayuntamiento.

De Caso al grifo

La conducción atraviesa 53 kilómetros. Aunque dos tercios de las obras se realizaron entre 1929 y 1932, la finalización de las mismas se abordó entre los años 1944 y 1947. Los trabajos fueron, por la falta de medios de la época y por la difícil orografía de la zona, extenuantes y de alto riesgo. La inacabada infraestructura sobrevivió a la Guerra Civil.

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El agua baja desde Los Arrudos por su propio peso desde una cota de 1.040 metros sobre el nivel del mar. Desde el corazón del concejo de Campocaso, en pleno Parque Natural de Redes, y más concretamente en la localidad de Caleao, hasta Gijón (planta de Roces) sin empuje mecánico. El punto de partida de esta captación, la conocida como fuentona de Los Arrudos, es un manantial de montaña de aguas de excelente calidad sobre el que el Ayuntamiento de Gijón tiene una concesión vitalicia para su explotación. El agua alcanza en algunos puntos una presión de 65 kilos. Contaban sobre el terreno los técnicos que un pequeño hilo de agua resultante de una fuga ha llegado a perforar piedras del entorno.

La conducción que transporta el agua hacia Gijón alterna en sus primeros kilómetros de descenso túneles, zonas al descubierto y canalizaciones subterráneas en zanja de hormigón. Hay sifones que soportan una gran presión y estrechan su sección para salvar desniveles de hasta 600 metros. Es el caso del ubicado en el Nalón, que aguanta una presión de 65 kilos por centímetro cuadrado.

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Por Nava

La traída procedente de Los Arrudos se une en Nava con el manantial de Perancho, que supone un aporte de otros 100 litros por segundo. Es en Perancho donde la traída está cortada. A lo largo de la red están distribuidas dos centrales hidroeléctricas, una situada en el concejo de Nava y otra en la parroquia gijonesa de Caldones.

«Es una obra básica para el abastecimiento y saneamiento de nuestras aguas. Los trabajos avanzan con firmeza y sin demasiados problemas», indicaba Martínez Salvador ayer desde Fano, donde, por cierto, los técnicos y trabajadores, destacaron la buena predisposición de los vecinos de las parroquias rurales afectadas por las obras, que en algunos casos se realizan en fincas de su propiedad.

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