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Domingo, 7 de abril 2019, 13:43
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El río Piles vuelve a bajar con tinte marrón, un color que desde el Ayuntamiento de Gijón se atribuye a las escorrentías propias (arrastre de sedimentos) de las fuertes trombas de agua de los últimos días. Una lluvias que han afectado también a otras zonas de litoral.
La intensidad de las precipitaciones ha obligado también a la realización de alivios del sistema colector para evitar el colapso de la red de saneamiento. Sin embargo, al no ser época de baños el impacto en San Lorenzo se ha notado menos. La situación no mejorará, según reconoce el propio gerente de la EMA, Vidal Gago, hasta que entre en funcionamiento el pozo de tormentas de Hermanos Castro y sus conexiones con los colectores de la zona, sobre todo el de Viesques.
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