La glorieta del Humedal podría soportar 800 vehículos realizando el giro a Sanz Crespo

La generación de esta nueva glorieta se justifica para facilitar el giro a la carretera GJ-81 (calle Sanz Crespo), que está llamada a volver ser el gran vial de salida de Gijón una vez que se desarrollen los espacios del plan de vías. Los técnicos también destacan que su entrada en servicio, prevista en el nuevo Plan de Movilidad Sostenible, permitiría liberar parte del tráfico de la calle Llanes y mejorar los niveles de servicio de ese entorno urbano.

La trascendencia de la glorieta en la reordenación del tráfico hace que el estudio de la consultora incorpore un análisis específico sobre sus niveles de servicio y la capacidad según el número de vehículo que hagan el nuevo giro. Vectio asegura que teniendo en cuenta la situación de tráfico que atraviesa actualmente la zona, el tiempo de demora medio en cada uno de los brazos de la glorieta no supera los 9,9 segundos en el carril generado para el nuevo punto intermodal del Humedal (el intercambiador), lo que supondría un nivel de servicio A (óptimo).

Los técnicos han realizado simulaciones de tráfico y han comprobado que con menos de 400 vehículos circulando de sur a oeste, desde la calle Palacio Valdés hacia la calle Sanz Crespo, los niveles de servicio son favorables y prácticamente se mantienen. Las pruebas de capacidad añadiendo 400, 600, 800 y 1.000 vehículos a dicho movimiento determinan, según Vectio, que la glorieta podría soportar aproximadamente un volumen de 800 vehículos más realizando el nuevo giro sur-oeste (desde la calle Palacio Valdés hasta la calle Sanz Crespo), ofreciendo un flujo de tráfico estable. En ese supuesto los tiempos de demora pasarían a 25,7 y 17,8 segundo en uno de los brazos sur y norte y a 18,6 segundos en el otro brazo de acceso desde el sur.

En cambio, si el número de vehículos realizando este movimiento aumentase en 1.000 vehículos, la consultora explica que la glorieta no podría absorber ese volumen de circulación y se produciría un mal funcionamiento de la misma, con un flujo intermitente y forzado en el brazo sur.

Para garantizar la accesibilidad y funcionalidad de la glorieta se han empleado herramientas informáticas de análisis de trayectorias de barrido, que permiten detectar posibles puntos de conflicto en los accesos, circulación y salidas de la glorieta.

Y con el objeto de valorar el impacto sobre el tráfico que generaría cualquier cambio en la configuración actual de la red de transporte, los técnicos de Vectio han analizado los niveles de servicio actuales en la plaza del Humedal y la intersección de la avenida de la Costa y la calle Palacio Valdés. En la plaza del Humedal señalan una buena optimización de los tiempos de los ciclos semafóricos y que el tráfico en ese punto llega de forma laminada y regulada por el resto de semáforos del entorno. Más problemática es la intersección entre la avenida de la Costa y Palacio Valdés. En este punto la mayoría de los movimientos de tráfico entran por la avenida de la Costa, superando los 1.000 vehículos en hora punta y se distribuyen hacia Palacio Valdés, Llanes y el Paseo de la Infancia.