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La gijonesa Isabel L. Ferrer, en las oficinas de Izharia, ingeniería que creó en 2010. IÑAKI MARTÍNEZ
«Los gobiernos no apoyan a las empresas, las saquean a impuestos»

«Los gobiernos no apoyan a las empresas, las saquean a impuestos»

Isabel L. Ferrer, fundadora de Izharia y Premio a la Mejor Empresaria del año: «Para conciliar tendría que ser obligatorio que el hombre cogiera la mitad de la baja y la mujer la otra mitad. También las guarderías gratuitas»

SANDRA S. FERRERÍA

OVIEDO.

Lunes, 19 de noviembre 2018, 04:25

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Si alguien sabe de conciliación, de empresas, de emprendimiento y de discriminación laboral es Isabel L. Ferrer. Fundadora de la empresa de ingeniería Izharia, esta gijonesa, residente en Madrid desde hace casi treinta años, es la 'Empresaria del año' según la Asociación de Mujeres Empresarias de Madrid.

-¿Qué ha supuesto este premio para usted?

-Mucha alegría. Es un reconocimiento a todos los años de lucha en esta profesión, en la que me he encontrado muchas trabas, muchas zancadillas.

-¿Qué les diría a las mujeres que desean ser empresarias?

-Que se sintieran bien consigo mismas, que hagan lo que quieran sin traumas: la que quiera cuidar a sus hijos que los cuide, pero que no se descuelgue del mercado laboral porque luego es muy difícil volver. Aunque se queden en segundo o tercer término, si lo que quieren es estar con sus hijos que lo hagan porque así serán felices.

-¿Por qué decidió ser ingeniera?

-Mi padre es ingeniero y siempre nos inculcó, a mis hermanos y a mí, las asignaturas relacionadas con la ingeniería. Él nos daba clase de matemáticas, química, física... Cuando llegó el momento de elegir qué estudiar él me empujó. Somos siete hermanos y seis estudiamos ingeniería. Nos lo inculcó desde pequeños, para él era la mejor profesión. Al final es algo muy de familia.

-¿Cómo fueron sus inicios laborales?

-Al principio muy bien, estaba soltera y podía dedicar todo el tiempo del mundo a hacer las cosas que me apasionaban. Trabajé en Duro Felguera dos años y medio y luego me trasladé a Madrid, en 1989. En Duro llegué a mi techo, no sé si de cristal, y me cambié a Red Eléctrica de España.

-¿Por qué razón?

-Quise buscar una empresa eléctrica donde pudiera estar tranquila teniendo a mis hijos, y que no fuera una empresa privada.

-¿Cómo surge la idea de dejarlo todo y emprender Izharia?

-Cuando comencé a tener hijos empecé a encontrar discriminación social con respecto a mis compañeros, a mi marido y a toda la gente que no tenía a su cargo niños. Fueron años muy difíciles, me sentía mala madre y mala profesional. Llegó un momento que cogí la reducción de jornada (cuando la empresa me lo permitió porque tuve un director que no me dejó cogerla). Estuve muchos años trabajando en una situación más relajada pero me relegaron a un segundo o tercer nivel cuando estaba en el primero.

-Pero continuó...

-Sí, asumí la decisión que había tomado de atender a mis hijos y no descolgarme del mercado laboral. Cuando mis hijos eran mayores y a mí se me acababa la reducción de jornada, un conocido me ofreció irme a su empresa. Fue una empresa puente, porque a los ocho meses otro amigo me propuso montar una ingeniería. Lo hablé con mi marido, me apoyó y efectivamente en 2010 empecé mi periplo.

-¿Cómo fueron esos inicios en Izharia?

-El primer año fue muy duro. La profundidad de la crisis llegó en 2012 y 2013. Hice lo que pude, empecé a establecer convenios con empresas que hacían proyectos fuera de España pero querían hacer la ingeniería desde aquí, postulé a todas las eléctricas y conseguí entrar en Gas Natural Fenosa.

-Hábleme de su empresa. ¿A qué se dedica?

-Hacemos ingeniería, dirección de obra y supervisión de obra de temas muy tecnológicos. Cuando una central genera energía hasta que llega al domicilio hay toda una serie de redes eléctricas por medio. Nosotros hacemos toda esa ingeniería.

-Como empresaria y asturiana, ¿qué opina de lo que está ocurriendo con Alcoa?

-Es una situación terrible. En este país tenemos un problema muy grave que no se soluciona y es que no hay un programa energético para los próximos años, y la luz sube. Para tener una planta de aluminio no se puede. En mi opinión, los gobiernos no apoyan a las empresas. No es que no se las apoye, es que se las saquea a impuestos.

-¿Y cómo se podría mejorar la situación de los emprendedores?

-Se deberían crear organismos dependientes de las comunidades autónomas que financiaran esos proyectos. Además, en el ámbito educativo se deberían dar charlas de emprendimiento tanto en Primaria como en Secundaria. Menos memorizar y más ejemplos prácticos de emprendimiento.

La 'chupipandi' masculina

-¿Es difícil ser mujer en el mundo empresarial?

-Sí. Tengas o no tengas familia, el sexo masculino, en profesiones o en la pirámide directiva, establece una 'chupipandi' y ellos valoran una serie de cosas que no son valores femeninos. Una mujer es muy poco competitiva a la hora de pelear por un puesto, cuando las cosas se ponen muy negras la mujer se retira. Y esto impide que se llegue a la pirámide alta.

-¿Y dónde está el secreto para conciliar?

-Yo estaba totalmente colapsada. Quería cuidar de mis hijos y no verlos solo el fin de semana. Aquí en España hay una cosa que no hay en el resto de Europa y es que los horarios son interminables y la gente hace pasillo para pelotear a los jefes. Una mujer con hijos no se puede permitir estar hasta las diez de la noche en un trabajo.

-¿Qué medidas propondría?

-Por ejemplo que la baja maternal sea obligatorio cogerla la mitad el hombre y la mitad la mujer, así es como está en los países nórdicos. Además, que las guarderías de 0 a 3 sean gratuitas para todo el mundo. Las privadas son caras y en las públicas no hay sitio para todos. Eso implica que la mujer se tiene que ir del mercado laboral porque no le compensa tener al niño en un sitio y encima pagando.

-¿Qué les diría a los futuros emprendedores o a quienes se lo están pensando?

-Les diría que si no están contentos en donde están, deben irse. La gente no se va de los sitios por miedo. Hay que creerse a uno mismo y darse valor.

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