Un hombre se atrinchera y amenaza con autolesionarse en el centro de salud mental de El Coto, en Gijón
Portaba una navaja de pequeñas dimensiones. La Policía Local le desarmó y le dejó a disposición de su doctor
Un paciente del centro de salud mental del barrio de El Coto, en Gijón, se atrincheró en la mañana de este martes en una dependencia de la instalación médica con una navaja de pequeñas dimensiones. La pretensión de este hombre, quien amenazó en varias ocasiones con autolesionarse, llegando incluso a provocarse muy leves cortes, era conseguir más medicación. Fue el vigilante de seguridad del centro de salud quien alertó a la Policía Local, la cual se presentó en las instalaciones sanitarias con tres patrullas.
Ya en el interior, los agentes, quienes llegaron a equiparse con escudos de autodefensa para evitar posibles embestidas del alterado hombre, consiguieron que el paciente depusiera el objeto afilado y su actitud nerviosa. Las negociaciones entre los agentes y el paciente, pese a la alteración que presentaba el hombre en un primer momento, transcurrieron sin violencia y sin oposición.
Tras ser desarmado, el equipo médico y la Policía convinieron que el hombre quedara a disposición del doctor que le trata con asiduidad en el centro de El Coto.
Los hechos sucedieron pasadas las 9.30 horas de la mañana. La alerta del vigilante de seguridad obligó a la Policía Local a desplegar un amplio dispositivo, que finalmente resultó ser más preventivo que operativo gracias a la colaboradora actitud del protagonista. Nadie durante los momentos de tensión resultó ni herido ni amenazado por el hombre. Apenas treinta minutos después de la llamada de alerta, la Policía Local ya había conseguido restablecer el normal y habitual funcionamiento del centro de salud mental y del centro de salud de El Coto, ambos ubicados en el mismo edificio.
Varios trabajadores del centro quisieron, en declaraciones a EL COMERCIO, restarle importancia a lo sucedido. «Nadie corrió peligro. El paciente nunca manifestó intención de herir al personal», declararon minutos después de los hechos narrados a este periódico. Varios pacientes del centro de salud confirmaron, pese a los nervios del momento, que el hombre «nunca pretendió herir a nadie».
