Los hoteles bajan tarifas hasta el 20% y admiten cancelaciones sin cargo para captar clientes
La ocupación de sus habitaciones oscila entre el 50 y 70%, cada vez tienen más reservas en el día y prevén una mejora de la situación en agosto
MARCOS MORO
GIJÓN.
Lunes, 20 de julio 2020, 00:36
«Una situación extremadamente inestable y cambiante. Da igual las reservas que haya porque hay muchas cancelaciones y muchas llegadas de última hora. Este año no hay previsiones de nada». Así define el área turística de Divertia la dura campaña estival que están teniendo que afrontar los hoteles de Gijón, con 4.652 plazas ofertadas, en este verano de pandemia donde la reciente cancelación de la Feria de Muestras se suma a la falta de alicientes que despierta el escueto calendario festivo sin Noche de Fuegos, pregón ni conciertos de Semana Grande.
La merma de oferta lúdica no es, sin embargo, para Divertia, un problema añadido: «Hay una pandemia mundial y se están resintiendo en todos lados las reservas: en Gijón, Barcelona, Málaga, Bogotá y Cancún. Las cancelaciones y programaciones festivas están siendo igual en todas partes. La decisión de viaje este año no se basa en esos aspectos».
Para intentar levantar la ocupación de sus habitaciones en «este mes de julio flojo y raro» -la ocupación media oscila entre el 50 y 70%- y adaptarse a la moderación del gasto de muchos de su clientes, el sector hotelero gijonés está actuando de dos formas. Por un lado, ajustando sus tarifas en plena temporada alta con bajadas que llegan en algunos casos hasta el 20%. Y por otro, también están amoldándose a un turista nacional de comportamiento impredecible con una flexibilización de su política de cancelaciones. De forma que se admite la anulación sin cargo hasta prácticamente 48 o 24 horas antes. Todos los establecimientos consultados, además, coinciden en su predicción de que si Gijón sigue identificándose en la costa cantábrica como «destino seguro libre de coronavirus», aunque se esté produciendo un goteo de casos, se podrá rondar el 90% de ocupación en agosto, aunque ahora mismo el bajo ritmo de reservas y las cancelaciones asociadas a la Feria no permitan aventurarlo.
Beatriz Cimadevilla, responsable de alojamientos de Gijón de la patronal Otea y propietaria del Hotel San Miguel, asegura que un sábado «se puede producir un pico de ocupación del 90 o el 100%, pero de eso no sacamos rentabilidad porque el resto de la semana estamos en torno al 50% «. Afirma estar «muy preocupada» por el desplome de huéspedes de este mes porque «es una cadena que también afecta luego a la hostelería, peluquerías, comercios, taxis...». Y respecto a la demanda de casas rurales y chalés de este año espera que «si ejercen de competencia al menos estén legalizadas y tributen» como su sector.
Los dos hoteles con más capacidad de la ciudad, el Silken y el Tryp Rey Pelayo, con 134 y 132 habitaciones respectivamente, ejemplifican la situación que está viviendo el sector.
Victoria Rodríguez, directora del Silken, afirma que la adaptación de su negocio «la nueva normalidad está siendo entre anómala y surrealista, porque en este momento es muy difícil ver la tendencia de compra del cliente». Ha eliminado las penalizaciones en las cancelaciones de reservas en su promociones y, con todo, tiene un 18% menos de ocupación que hace un año con un 12% de retroceso en los precios. Y para agosto tiene un 34% menos de reservas contratadas respecto a las de 2019 con solo un 5% de disminución de tarifas.
Alfonso Lara, responsable del Rey Pelayo, ha perdido a parte de su clientela fija asociada al verano gijonés: expositores de la Feria, toreros, jinetes del Hípico y también los grupos de turistas. Con un protocolo de seguridad de su cadena, explica que en julio tiene «un 52% de ocupación, 20 puntos menos que en 2019 y que, para agosto, lleva vendidas un 30% de habitaciones frente a justo el doble de hace un año».
Elida Suárez, al frente de El Môderne, destaca el sostenimiento de la demanda con una ocupación del 69% en julio y un 70% de reservas para agosto, y el buen comportamiento de sus clientes con la mascarilla. Asegura que las fluctuaciones de altas y bajas no paran y acaba de tener cancelaciones de Zaragoza y Lérida, focos de brotes de la COVID-19.