Los hoteles gijoneses logran la mayor tasa de ocupación estival del norte de España

«Cantabria y Asturias presentan el mayor grado de ocupación del país durante julio, con un 50,1% cada una». El Instituto Nacional de Estadística (INE) certificó ayer lo adelantado por EL COMERCIO: Asturias fue el destino con mayor tasa de reservas. Y, también, lo confirmado por empresarios del sector turístico: la región ha tenido «un buen verano», aunque con caídas respecto a otros años.

Pero la radiografía que el INE realiza de la coyuntura hotelera en toda España durante el mes pasado revela algo más: Gijón fue líder de ocupación en la cornisa cantábrica y el motor turístico de la región. Unas cifras que también respalda Divertia, la empresa municipal que gestiona la oferta turística y cultural de la ciudad.

Así, mientras Asturias tuvo una tasa de ocupación media del 50,1%, Gijón llegó al 51,2%. Los datos recabados por Divertia indican que la tasa gijonesa fue la más alta de todo el norte. San Sebastián, el destino que siempre logra la plena ocupación, se quedó en un 50,3%. De hecho, solo la ciudad vasca y la villa de Jovellanos lograron rebasar ese porcentaje. Santander se quedó en un 48%; Oviedo, en un 45,1%; Bilbao, en un 35,2% y Santiago en un 32,4%.

También destacó la hotelería gijonesa en cuanto a sus tarifas. La media diaria fue de 74,3 euros, por encima de la media regional, que llegó a 71,6 euros de precio medio diario. Según Divertia, El precio subió en Gijón un 0,4% respecto a julio del año pasado, mientras que en San Sebastián bajó un 31,7% y en Bilbao casi un 28%.

Unos precios que, no obstante, están muy lejanos de la rentabilidad real. La hotelería gijonesa ingresó 41,85 euros cada día por habitación disponible, ingresos que Divertia reconoce «un 23,8% menos respecto a 2019». Un descenso, no obstante, inferior, dice Divertia, «al de las principales ciudades de la España Verde», la marca turística bajo la que se comercializan las cuatro comunidades cantábricas.

La media de caída de ingresos todas las ciudades del norte rozó el 51%, mientras la media regional fue del 5,48%. Ingresaron los hoteleros asturianos cada día, de media, 38,5 euros por plaza disponible.

Unos ingresos que dejaron en las arcas de los establecimientos de la ciudad las 27.012 personas que se alojaron el mes pasado. La segunda cifra más alta de Asturias, que alcanzó los 178. 816 turistas, tras los 30.515 alojados en Oviedo, pero que supone un descenso del 56,4% sobre los de julio de 2019.

La mayor sangría se produjo entre los visitantes de otros países debido a la dificultad de viajar. Frente a los 10.786 que se alojaron en Gijón hace doce meses, el pasado julio únicamente procedían de otros países 1.881. En Oviedo, el turismo internacional alcanzó las 2.319 personas.

En reservas, es Gijón líder absoluta. Con 65.340 pernoctaciones comercializadas, supone el 16% del total de la hotelería asturiana, que alcanzó las 405.697. No obstante, todas esas cifras suponen descensos. Gijón perdió un 42,2% de reservas; Asturias, un 24,2% y Oviedo, que cerró julio con 56.831 reservas vendidas, cayó un 40%.

Las restricciones impuestas por la pandemia de COVID-19 han restado 4.174 reservas hoteleras al día a la región, aunque ha sido uno de los destinos más visitados.

De los diez puntos turísticos con más tirón en julio, cuatro son asturianos: Valdés, Llanes, Ribadesella y Colunga. Es de Llanes de la única localidad de las citadas de las que ofrece datos: 15.895 turistas y 48.804 reservas, con caídas del 17,6% y 4%, respectivamente, sobre julio de 2019.