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Sergio Marqués ya tiene su calle en Gijón: «Desde hoy nuestro padre regresa a casa»
Los hijos agradecen la vía en la que tiene su sede el Consejo Consultivo, lleve el nombre de quien fue presidente del Principado entre 1995 y 1999: «Es una forma elegante y definitiva de reparación»
Fue Sergio Marqués un presidente autonómico al que «sobraban coraje y liderazgo para defender Asturias por encima de disciplinas y consignas». Un hombre de temperamento « ... sereno, moderado y dialogante» que encarnó «un estilo de gobierno prudente y atento al consenso». El quinto presidente autonómico de la democracia, el primero y único por ahora del PP, partido que acabaría defenestrándole en pleno mandato por sus discrepancias con el entonces secretario general Francisco Álvarez-Cascos.
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En el año en que se cumplen tres décadas de su llegada a la presidencia del Principado (ocupó el cargo entre 1995 y 1999), Sergio Marqués (al que, a los tres meses de su fallecimiento, en 2012, se le concedió la Medalla de oro de Asturias a título póstumo) ha sido objeto de reconocimiento.
Lo fue en mayo, en la Junta General del Principado. Y de nuevo hoy, en Gijón, su ciudad, que ha dado su nombre a una calle del barrio de Cimavilla. La calle en la que se ubica el Consejo Consultivo, el único órgano estatutario del Principado con sede fuera de Oviedo; un lugar «simbólico», como subrayó su hija Elena.
Su voz, cargada de emoción, se quebró al recordar cómo «por razones hoy ya muy antiguas, en su día nuestro padre no pudo ocupar un lugar en este Consejo tras su presidencia». Tardó unos segundos en reponerse, reconfortada por el caluroso aplauso que le brindaron las decenas de personas que habían acudido al acto, para continuar con su breve intervención: 'Hoy, sin embargo, entra para siempre. No como un miembro temporal sino con una presencia permanente. Su nombre quedará inscrito en la placa de esta calle, en la misma fachada del Consejo Consultivo, como testimonio sereno de la historia y como forma elegante y definitiva de reparación. Gracias por hacernos sentir que desde hoy nuestro padre regresa a casa. Que Gijón, su ciudad, no lo olvida«.
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Una deuda pendiente
«Como alcaldesa, me enorgullece decir que hoy Gijón salda su deuda con el presidente Sergio Marqués», manifestó Carmen Moriyón antes de recordar los difíciles momentos políticos por los que atravesó su gobierno (moción de censura incluida), que enfrentó «manteniendo la acción de gobierno en minoría, sin quebrar la estabilidad institucional, y mediante la interlocución con los grupos parlamentarios». Para Moriyón, la presidencia de Marqués «reforzó en Asturias la idea de que la pluralidad política y el respeto a las reglas de juego son compatibles con la gestión eficaz de lo público.
Ejemplo de dignidad
El presidente del Principado, Adrián Barbón, destacó de Marqués que, fuera, de entre todos los presidentes autonómicos, el único que tuvo que enfrentarse a «un desgarro interior tan fuerte, tan brutal e intenso» como fue la ruptura forzada con el partido que le había llevado a la presidencia. Su respuesta entonces, destacó Barbón, fue «un admirable ejercicio de dignidad. Si hubiese elegido el medro político o la mera conveniencia personal, el desenlace habría sido muy distinto, pero él no titubeó y decidió militar en el bando de la dignidad. Eso es lo que quiero destacar. No al candidato ganador, ni los méritos de su gestión, sino la dignidad que imprimió a la presidencia del Principado».
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No dejó Barbón escapar la ocasión de señalar «lo insólito» que en otras comunidades sería ver a un presidente y una alcaldesa de distinto signo político unidos «para homenajear a alguien que no militó en ninguna de esas fuerzas». Y se refirió expresamente a la comunidad de Madrid en la que, criticó, «la polarización se ha adueñado de la vida política». El acto celebrado este mediodía, al que asistieron representantes de prácticamente todas las fuerzas políticas, antiguos compañeros de Marqués en el Gobierno regional y en el Parlamento regional (pero ningún expresidente autonómico) y representantes de la Corporación municipal, «demuestra que la política también ofrece espacios suficientes para la convivencia. Hagamos el esfuerzo de preservarlos», instó Barbón.
Como alcaldesa, me enorgullece decir que Gijón salda su deuda con el presidente Sergio Marqués», manifestó Carmen Moriyón antes de recordar los difíciles momentos políticos por los que atravesó su gobierno (moción de censura incluida), que enfrentó «manteniendo la acción de gobierno en minoría, sin quebrar la estabilidad institucional y mediante la interlocución con los grupos parlamentarios». Para Moriyón, la presidencia de Marqués «reforzó en Asturias la idea de que la pluralidad política y el respeto a las reglas de juego son compatibles con la gestión eficaz de lo público. Ejemplo de dignidad.
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El presidente del Principado, Adrián Barbón, destacó de Marqués que fuera, de entre todos los presidentes autonómicos, el único que debió enfrentarse a «un desgarro interior tan fuerte, tan brutal e intenso» como fue la ruptura forzada con el partido que le había llevado a la presidencia. Su respuesta entonces, destacó, fue «un admirable ejercicio de dignidad. Si hubiese elegido el medro político o la mera conveniencia personal, el desenlace habría sido muy distinto, pero él no titubeó y decidió militar en el bando de la dignidad. Eso es lo que quiero destacar. No al candidato ganador, ni los méritos de su gestión, sino la dignidad que imprimió a la presidencia del Principado».
«Fue una figura clave», destaca Ángel Pumariega
Por su parte, la vicealcaldesa y concejala, Ángela Pumariega, definió a Marqués como «figura clave en la vida política asturiana. Su legado merece ser recordado con el respeto que corresponde a quien defendió con firmeza los intereses de Asturias como presidente del Principado, siempre guiado por la honestidad, la moderación y un profundo sentido de la responsabilidad institucional. Su compromiso con la región, su capacidad para afrontar retos difíciles y su dedicación al servicio público dejaron una huella que todavía perdura en la política asturiana. Por ello, otorgarle una calle en Gijón es un merecido reconocimiento».
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También tuvo palabras para recordar al expresidente regional la presidenta de Iniciativa Pol asturianu, Arantxa Margolles: «Reivindicamos el recuerdu de Sergio Marqués como un presidente que valoró l'idioma y que lu defendió ensin complexos». Su gobiernu, apuntó, «llogró l'aprobación de la Llei d'Usu como norma pa defender los drechos llingüísticos».
El acto en homenaje a la figura de Marqués contó con una nutrida asistencia, en la que estuvieron representadas todas las sensibilidades políticas. Estaban, entre otros, los presidentes del PP regional y local, Álvaro Queipo y Andrés Ruiz, respectivamente; la diputada regional Pilar Fernández Pardo; los diputados regionales de Vox Javier Jové y Sara Álvarez Rouco y el exdiputado Ignacio Blanco; ediles de la actual Corporación de Gijón, así como políticos que coincidieron con él en la legislatura, como los entonces diputados Xuan Xosé Sánchez Vicente (cuyo escaño fue vital para la gobernanza) y Jesús Iglesias. También antiguos miembros de su gobierno, como Salvador Fuente, su jefe de Gabinete, y Ramón García Cañal, quien fuera consejero.
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