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Aspecto que presentaba este jueves por la mañana una de las zonas del Monte Areo más afectadas por el fuego. Damián Arienza

Dieciocho horas en vilo en Gijón por un incendio intencionado en el Monte Areo

El Seprona se hace cargo de la investigación para dar con el autor de un fuego que puso en peligro a viviendas de tres parroquias gijonesas

Carlos Amado

Gijón

Viernes, 24 de octubre 2025, 06:22

El grave incendio del Monte Areo, en Gijón, que mantuvo en vilo durante dieciocho horas a medio centenar de vecinos desalojados de sus ... viviendas de las parroquias de Montiana, Serín y San Andrés de los Tacones fue provocado. Así lo aseguran fuentes de la investigación, de la que se ha hecho cargo el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil.

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Las mismas fuentes apuntan a que el primer foco de este fuego se originó el pasado 13 de octubre, lunes, y que se reactivó cuatro días después, el viernes de la semana pasada. La primera movilización considerable de efectivos para sofocarlo se produjo el miércoles 15, cuando los servicios de emergencia locales requirieron el refuerzo del helicóptero de Bomberos de Asturias, que realizó las labores de carga de agua en el embalse de San Andrés de los Tacones. Ya en ese momento, las fuerzas de seguridad comenzaron a investigar si se trataba de un fuego intencionado, como ya ha ocurrido en varias ocasiones en el mismo enclave durante los últimos años.

Esta última reactivación del fuego se vio agravada por las especiales condiciones meteorológicas del miércoles, con temperaturas anormalmente altas y fuertes rachas de viento, que contribuyeron a la expansión del fuego que había quedado controlado en torno a las tres y media de la madrugada, a lo que contribuyó la lluvia caída después de la medianoche en la zona.

Por la mañana el incendio ya estaba controlado, a falta de unos focos de difícil acceso, en lo que se afanaron desde las diez de la mañana dos helicópteros de las BRIF (Brigadas de Refuerzo en Incendios Forestales) de Tineo, que acudieron a reforzar las labores de los medios de Bomberos de Gijón y de Asturias, con el apoyo de la Unidad Aérea de la Policía Local, que realizó varios vuelos de dron para observar la evolución del fuego. Pasadas las cuatro y media de la tarde, los efectivos de la BRIF concluyeron su labor y regresaron a su base.

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Los vecinos desalojados recibieron la autorización para regresar a sus casas a las una y media de la tarde, después de que el Ayuntamiento rebajara al nivel 1 el plan de emergencias municipal. Al cierre de esta edición, el incendio, que afectó a una gran volumen de masa forestal formada mayoritariamente por eucaliptos pendiente de cuantificar, aún se mantenía activo, aunque controlado, sin suponer ningún peligro ya para la población.

Al puesto operativo, ubicado en el acceso al Camín de Formaciello, se acercó a primera hora de la mañana Jorge Olmo Ron, director general de Cooperación Local y Seguridad del Gobierno del Principado, mientras el concejal de Infraestructuras Urbanas y Rurales, Gilberto Villoria, se personaba en el Colegio de Montiana para interesarse por los vecinos que habían pasado allí la noche, que finalmente no superó la decena. La mayoría optó por pernoctar en pisos de familiares y amigos y otra decena lo hizo en el Hotel Begoña, que les ofreció el Ayuntamiento.

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A esa hora, la situación ya era de mayor tranquilidad, con el fuego controlado y unas condiciones meteorológicas que parecían mejorar. «La lluvia de anoche ayudó mucho y ahora lo que puede condicionar más es el viento, aunque no hay que lamentar daños personales y los materiales parecen pocos, el susto fue grande», señaló Gilberto Villoria, que fue el encargado de dar por la mañana el relevo a la alcaldesa, que la noche anterior fue una más en el dispositivo de voluntarios que dispusieron todo lo necesario para que los vecinos pudieran pasar la noche en las instalaciones deportivas del centro escolar. Hasta las tres de la madrugada permaneció Carmen Moriyón en Montiana.

Tras una noche de muchos nervios y apuradas intervenciones para, en bastantes casos, sacar al ganado de las cuadras para ponerlo a salvo de unas llamas aún incontroladas e impredecibles por el fuerte viento, la luz del día trajo la calma. Entre los que se llevaron un buen susto estuvo Florentino González Rodríguez, propietario del Taller Agro Visu, que se encontró con el fuego cercando su casa y negocio al volver de realizar unas labores en Grado sobre las diez de la noche. Su mujer y su hijo de mes y medio ya habían sido desalojados una hora antes por los bomberos, circunstancia que desconocía en ese momento, lo que incrementó el susto.

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«Menos mal que al final solo quemó monte, gracias a los del 112 que estuvieron aquí luchando contra ello hasta las cuatro y pico de la mañana con las mangueras», relataba ayer a las puertas de su casa, en cuyo acceso rodado el fuego si había llegado a cruzar la carretera.

Mientras, el presidente vecinal de Serín, José Luis Fernández recorría su parroquia en coche para acercarse a comprobar el estado de las casas de sus vecinos, que finalmente no resultaron afectadas. Su homólogo de la parroquia de San Andrés de los Tacones, Bryan Calvo, seguía las evoluciones del dispositivo desde el puesto de mando a la espera de saber cuándo podrían sus vecinos volver a sus casas.

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Al final todo quedó en un susto, como así destacaban todos ayer, pero el fuego esta vez quedó muy cerca de algunas casas.

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