«Cuando abrí la puerta de casa vi las llamas muy cerca y un viento tremendo, parecía que no íbamos a poder salir de allí»
«Fue todo de película, no hemos dormido nada pero nos sentimos muy arropados», dice una vecina de Monteana que ha pasado la noche en el polideportivo con sus hijas de 9 y 6 años
Ha sido una noche «muy larga». «Por decir algo, porque ya no sabemos si es por la tarde, por la noche o por la ... mañana, no hemos pegado ojo…». Lo dice Susana López García, una de las cincuenta personas desalojadas por el incendio del Monte Areo, ya controlado, que ha pasado la noche en el polideportivo junto a su marido y sus hijas de 6 y 9 años. «La mayor está durmiendo ahora en una colchoneta y la pequeña cerró los ojos media hora desde que llegamos», explica la mujer algo más aliviada después de horas de mucha tensión.
«A las 5 de la mañana ya nos dijo el capitán de la Guardia Civil que había cambiado la dirección del viento y parecía que las llamas no iban a alcanzar las casas, que estuviésemos tranquilos», señala.
El sobresalto llegó ayer sobre las 9 de la noche. «Me llamó una vecina y me preguntó si estábamos en casa, me dijo que saliésemos y cuando abrí la puerta vi las llamas muy cerca, fue un susto tremendo porque además hacía un aire que parecía que no íbamos a poder salir de allí», relata.
Cogieron «cuatro cosas» y desalojaron la casa. «Ya había mucha policía y bomberos y nos dijeron que fuésemos al polideportivo». A partir de ahí empezaron a llegar más y más vecinos, la mayoría optó por pasar allí la noche y no desplazarse al hotel que les ofrecieron. «Preferimos quedarnos aquí para ver cómo iba evolucionando la cosa, fue todo de película pero la verdad que nos sentimos muy arropados porque estuvo todo muy bien organizado desde el primer momento y no nos ha faltado de nada», dice, mientras espera que desde el equipo de coordinación les comuniquen si pueden regresar a sus casas después de una noche en vela y en tensión.
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