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«Oír que nos inclinamos ante los poderosos me da la risa»

«Oír que nos inclinamos ante los poderosos me da la risa»

José Antonio Seijas, Magistrado de la Sala Primera del Tribunal Supremo: «Parece que a alguno se le ha olvidado que fuimos los jueces quienes anulamos la claúsula suelo. La gente tiende a meter todo en el mismo saco»

PABLO SUÁREZ

GIJÓN.

Sábado, 17 de noviembre 2018, 05:01

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Después de trece años formando parte del Tribunal Supremo y una dilatada etapa en la región, el magistrado José Antonio Seijas, asturiano de adopción, encara la recta final de su carrera judicial con la institución que lo acogió en 2005 rodeada de polémicas y muy dañada en cuanto a imagen. «La gente necesita disponer de más información», apunta como solución.

-¿Resulta complicado diseñar una única legislación que aúne todas las situaciones familiares que han ido surgiendo a lo largo de los últimos años?

-Lo hemos denunciado muchas veces. Nuestor código civil tiene una regulación obsoleta de las relaciones de familia. En concreto las consecuencias derivadas de las rupturas matrimoniales por separación o divorcio. Hay una regulación incompleta de la guardia y custodia compartida y muy incompleta de la atribución del uso de la vivienda familiar. Una buena regulación de la ruptura matrimonial prevendría algunas situaciones de violencia de género. La sociedad ha cambiado mucho. La gente se separa, se casa, se divorcia, se vuelve a casar, va teniendo hijos de distintas relaciones... y ahora mismo el código civil no ofrece una respuesta a todas esas situaciones.

-¿Cree usted que la justicia debería vivir en un continuo reciclaje?

-El reciclaje va unido a nuestra formación. Lo que no conoce la gente es que no todo es estudiar y resolver un caso. También hay una formación previa muy importante para cada uno de los temas a tratar.

-¿Es de los que piensa que la imagen del Supremo se ha visto dañada con estas últimas polémicas?

-Desde fuera sí, especialmente después de todo lo que ha pasado. Pero no podemos caer en la generalización. El Tribunal Supremo tiene cinco salas y no se puede meter a todas en el mismo saco por casos puntuales que pueden ser más o menos desafortunados. Yo puedo hablar de mi trabajo en la sala primera, que es donde se regula lo civil, lo del día a día, las relaciones entre particulares. A mi juicio, lo hacemos de una manera correcta.

-Muchos critican que los jueces están condicionados por los bancos.

-Es algo que se dice, pero igual cabe recordar que quien anuló la cláusula suelo fuimos nosotros. La proporción de asuntos en los cuales se ha condenado a los bancos por estos productos bancarios emitidos en una época de crisis económica es casi del 100%. Oír que nos inclinamos ante los poderosos me da risa y no consigo entenderlo. Es cierto que tenemos que soportar estas críticas porque no podemos salir a los medios y decir cómo son las cosas.

-¿Sienten que no están siendo defendidos como deberían?

-Pues hombre... La defensa nuestra corresponde al Consejo General del Poder Judicial. Es cierto que no debe estar continuamente saliendo al paso de cada cosa que hacemos, pero bueno...

-Por sus palabras da la impresión de que es un momento complicado para la justicia

-Bastante. Parece que estamos perdiendo la confianza del ciudadano. Se está mezclando todo. Se confunde la independencia de los jueces con la del Poder Judicial, que es un órgano político. Al final queda una imagen de que todo es lo mismo. A la gente le falta información. Sinceramente, creo que lo estamos haciendo bien.

-¿También con esta última sentencia sobre el impuesto hipotecario?

-Mire, esta última sentencia podrá gustar más o menos, pero tampoco creo que haya que dejarse llevar por las críticas. A lo mejor fue desafortunada la forma en la que se trasmitió a la ciudadanía este problema, pero en realidad, si vamos al fondo del asunto, el impuesto en sí venía siendo pagado por el consumidor desde hace más de veinte años. La gente que pagaba las hipotecas nunca se había cuestionado si tenía que pagarlo o no, porque el legislador así lo estipulaba. Quizá el error por nuestra parte estuvo en interpretar ese impuesto de forma distinta sin ir antes a pleno, pero ahora ha sido de nuevo el legislador el que ha decidido que el impuesto lo pagan los bancos. Nosotros nos limitamos a aplicar la ley.

-Y si estás críticas vienen de un banco, ¿condiciona más?

-Hombre, es distinta la crítica de mi vecino que la crítica de un abogado, un profesor o un banquero. Sin embargo esto no influye, y menos en el Tribunal Supremo.

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