Borrar
Armando Menéndez, en su despacho, con una de sus obras. D. ARIENZA
«En la India siento que el cien por cien de mi tiempo es útil»

«En la India siento que el cien por cien de mi tiempo es útil»

Armando Menéndez Suárez | Médico y presidente de la Fundación DAF ·

«Aquí es como si a todo el mundo le faltase algo para ser feliz», afirma Menéndez, galardonado como Gijonés Ejemplar por el grupo Costa Verde

DANI BUSTO

GIJÓN.

Lunes, 14 de octubre 2019, 01:39

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

En Patna (India), un «pueblín» con más de dos millones de habitantes, el médico y escritor Armando Menéndez Suárez (Gijón, 1957) ha desempeñado gran parte de su vida una labor de ayuda humanitaria. Como presidente de la Fundación DAF, mañana recibirá el diploma de Gijonés Ejemplar, otorgado por el grupo de hostelería Costa Verde, en reconocimiento a su lucha contra la «miseria, la exclusión y la enfermedad de los que sufren una pobreza extrema en la India».

-¿Qué supone recibir este galardón?

-Implica que la labor realizada pasa menos desapercibida de lo que creía. Llevo años trabajando en el extranjero con ayudas de muchos gijoneses, pero es un número contado de ellos. No sabía que había tantos ojos pendientes de lo que estaba haciendo.

-¿Qué es lo que le impulsa a trabajar en lugares como India?

-Por egoísmo. Voy donde soy feliz. Allí, el cien por cien de mi tiempo es útil. Todo lo que haces es sin ningún otro interés que el de ayudar a esa gente, yo en sanidad y educación. Ese esfuerzo lo ves recompensado en los ojos de los niños. Cuando más tarde te dicen «ya soy médico» o «ya soy ingeniero», te das cuenta de que ese tiempo dedicado valió la pena. Allí, a pesar de la pobreza, siempre hay esperanza.

-¿Qué es lo que más le ha marcado?

-Me di cuenta de que en Gijón, es como si a todo el mundo le faltase algo para ser feliz. El que no tiene problemas con la hipoteca los tiene con el trabajo. Sin embargo, llegué a la India, estuve con la Madre Teresa, con Vicente Ferrer, y luego conocí a unos jesuitas, Pedro Massanet y Federico Sopeña. Estaban viviendo en chabolas, en la pobreza, sin agua corriente..., pero con unas enormes ganas de vivir. Y cuando vas a visitar las aldeas, te reciben con la misma alegría.

-¿Qué le ocurre a nuestra sociedad que nos impide ser felices?

-El capitalismo. Te hace creer que eres feliz con cosas. El sistema capitalista te hace ser miedoso. Se basa en el consumo insensato. Crea ese escaparate, ese decorado, y te encuentras con que si no consigues ese cielo, vas a ser un infeliz. Y la única manera de perder ese miedo es dedicarte a los demás.

-¿La gente toma demasiados medicamentos en los países más desarrollados?

-Sí, sí. En España se toman muchísimos antidepresivos, muchísimos ansiolíticos. Los médicos de Atención Primaria lo pueden asegurar. Hay un 50% de consultas por ansiedad. Es una enfermedad de la civilización: la depresión. En la India hay otros problemas, mueren de tuberculosis.

-Fue el impulsor de un orfanato-hospital en Calcuta, ¿cómo se logra fundar algo así en otro país?

-El truco está en la casualidad. Cuando estaba con la Madre Teresa, hace 'veintitantos' años, vinieron unos monjes budistas que tenían recogidos a muchos niños a las afueras de Calcuta y querían que un médico fuese a verlos. Fui y aquello estaba en muy malas condiciones. Les dije que, o teníamos un edificio limpio y saneado, o no podríamos hacer nada. Lograron que el Ayuntamiento de Calcuta les cediese un terreno y yo en Gijón empecé a 'asaltar' empresas.

-Y obtuvo respuesta.

-Me quedé 'pasmao' por la cantidad de gente que confió en mí. Me daban quinientas, o mil pesetas. Y regresé a la India con unas 180.000 pesetas, una cantidad muy importante para aquel país. Con ese dinero logramos construir la primera planta del edificio, y contraté un médico. Ahora, ese hospital ya tiene seis plantas.

-También participó en la fundación de dos colegios.

-Tenemos una escuela de grado medio a las afueras de Mumbai y un centro al norte, en Patna, que fundó una monja, que empezó siendo una escuelita y ahora hay más de mil niños.

-Parece que ha logrado llamar la atención del gobierno indio, ya que usted es uno de los nominados al premio Gandhi 2019.

-La nominación nos abre muchas puertas. Ayuda a conseguir más socios para la fundación y más ayudas para crecer. Ya dejamos una semilla. Allí tenemos un club de niños y son ellos los que van por las calles hablando con otros niños, para hacerles comprender que tienen que ir a la escuela para estudiar y salir de la miseria.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios