La inestabilidad del tiempo impide comprobar la eficacia del control de acceso a las playas urbanas
G. MAESE
GIJÓN.
Lunes, 15 de junio 2020, 01:16
No estaba para playa; con más nubes que claros, viento incómodo e incluso bandera roja durante la jornada del sábado, si bien la temperadura rebasó por momentos los veinte grados. El primer fin de semana con el sistema de control de accesos a las playas urbanas de la ciudad no ha servido para poner a prueba su eficacia. Poco trabajo tuvieron los acomodadores. «Considero que pueden realizar una función muy útil este verano. Transmiten seguridad, dispensan un trato muy cercano y educado, y pueden realizar una gran labor pedagógica para que los usuarios adquieran un mayor nivel de responsabilidad», apuntaba el gijonés Julio Lozano.
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Apenas hubo bañistas y mucho menos usuarios que posaran su toalla en los arenales urbanos. Quien lo hizo durante el día de ayer duró poco: «Bajé, puse la toalla y a los 10 minutos me fui porque estaba quedando helada», decía María Suárez mientras salía de San Lorenzo. Lo que sí hubo fueron paseantes. Que la pleamar fuera a las 12.30 horas pudo provocar aglomeraciones, pero no fue el caso. Los acomodadores no tuvieron mayores problemas para gestionar la afluencia de paseantes.
A pesar de que tres rampas de San Lorenzo (escaleras 2, 15 y 16) y la de la escalera 1 de Poniente están abiertas para ser usadas como entrada y salida de los arenales, hay quien cree que las entradas a la playa deben ser aún más accesibles. Así opina María Josefa Rodríguez, quien urge que la escalera 5, de rampa, se desprecinte. «Es muy céntrica y favorecería la accesibilidad para personas de avanza edad».
Las normas pasan por acceder a las playas urbanas por un número específico de escaleras -cinco en San Lorenzo, dos en Poniente y dos en El Arbeyal-, salir por otras tantas, acudir a lazona que recomienden los acomodadores y tratar de limitar las estancias para facilitar la rotación de usuarios en los arenales.
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