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OLAYA SUÁREZ
GIJÓN.
Jueves, 30 de noviembre 2017, 00:28
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«¿Estás arrepentido? Muchísimo». David G. P. llegó ayer esposado y custodiado por agentes a la sala de vistas de la Sección Octava de la Audiencia Provincial en la que estaba prevista la celebración del juicio por su supuesto intento de asesinato a un policía jubilado que vive en su mismo barrio, en el Polígono de Pumarín. El ministerio fiscal solicitaba para él una condena de once años de prisión, que se vio reducida hasta los seis años después de que el acusado aceptase los cargos que pesaban contra él y apreciase los atenuantes de trastorno mental y de reparación parcial del daño, ya que consignó antes del juicio 19.000 euros en concepto de responsabilidad civil, gastos derivados de la atención médica de la víctima y las costas procesales. Además de la pena de prisión, el juez le impone la prohibición de acercarse al perjudicado a menos de 400 metros durante un periodo de diez años.
El procesado realizó una concisa declaración ante el magistrado Bernardo Donapetry para mostrar su arrepentimiento, guiado por el acuerdo al que habían llegado las partes: el abogado de la defensa, la acusación particular y el fiscal.
También compareció en la sala el herido, L. A. T., y lo hizo detrás de un biombo para evitar ser visto por el hombre que a punto estuvo de quitarle la vida. Según quedó constatado ayer, fue un ataque premeditado en el que el agresor empleó un machete y un cuchillo para atacar brutalmente al agente jubilado, al que esperó en la calle a que saliese de su portal.
Tapando parcialmente la cara con una braga de forro polar, tal y como explicaron los testigos, arremetió contra la víctima al grito de «Ven aquí hijo de puta, que te voy a matar».
Según los forenses, la víctima sufrió lesiones de extrema gravedad que le habrían provocado la muerte de no haber recibido atención médica urgente. Precisó para la curación de sus lesiones 24 días, de los que 16 estuvo ingresado en el hospital.
El procesado, en la fecha de los hechos, enero de este año, sufría «un trastorno mixto de la personalidad y dependencia a diversas sustancias, que no le impedían comprender la ilicitud de los hechos pero sí influían en su capacidad volitiva, disminuyendo levemente ésta».
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