La juerga loca gijonesa
Múltiples percances de todo género y condición se sucedieron en una agitada noche donde reinaba un elemento común: el alcohol
Domingo, 22 de mayo 2022, 00:41
Hacía apenas un par de días. como recordará el lector y lectora de este 'Viejo Gijón', que EL COMERCIO había publicado aquel viejo bando anti-embriaguez, apenas como curiosidad histórica, cuando la sucesión de percances en la villa de Jovellanos dejó claro y meridiano... que quizá hiciera falta otro. Porque fue, aquella noche, el alcohol el denominador común del tránsito de personas y personajes por el Hospital de Caridad. El más heterodoxo de todos, un artista de la compañía del señor Chicote, de gira por la ciudad, quien, en medio de una fiesta 'post función', se había atrevido a apostar con sus compañeros «a que se tragaba un pequeño reloj de plata, de señora». Y se lo tragó, vive Dios. El cacharro «pasó sin dificultad por la garganta, pero se le quedó atravesado en el esófago, costándole mucho trabajo el hacerle descender». De cómo acabó por hacerlo -descender-, no nos da cuenta EL COMERCIO, pero nos lo podemos imaginar. Más grave fue, en la misma noche, la consecuencia de una reyerta protagonizada por un joven carretero a quien, en la calle de la Fundición, se le ocurrió «pedir una caricia a una joven» anónima quien, con total criterio, se negó a dársela.
«En vista de que se negó a acceder la muchacha, la emprendió a bofetadas con ella, acudiendo en su auxilio el padre de la joven, que también se vio acometido por el calabaceado tenorio», dijimos; y bastante cafre, también, cabría añadir a día de hoy. Cuando el guardia del distrito apaciguó las aguas, fue agredido también por el joven. Hubo de ser un carabinero que pasaba por allí quien desarmara «al beodo, que fue conducido seguidamente a la prevención».
Suma y sigue: en la calle Corrida, a un muchacho también cargado le dio por oponerse «de palabra y obra a que los guardias urbanos lo llevasen a la prevención municipal», por lo que, según la autoridad, hubo de ser atado y llevado a hombros al 'cuartón'. «Al detenido le fue ocupada un arma blanca con la que, al parecer, intentaba acometer a otro sujeto», leyeron, perplejos por tan agitada noche como fue la de hace 125 años, los gijoneses aquel día. En EL COMERCIO, cómo no.