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O. SUÁREZ
GIJÓN.
Miércoles, 25 de octubre 2017, 00:29
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«No lo conocía de nada, no soy de aquí y era la primera vez que venía a Gijón. Solo sé que cuando estaba en el baño no paraba de mirarme el reloj, creo que me lo quería robar. Acto seguido, me pegó una paliza». El joven de 28 años que la madrugada del 10 de julio de 2016 fue víctima de una agresión en los baños del pub El Náutico relató ante el juez del Penal 2 de Gijón cómo el procesado J. N. D., le propinó, presuntamente, una paliza sin «haber mediado palabra».
«Entré en el baño y un chico que estaba allí me preguntó que si quería tema -refiriéndose a droga, según él-, me reí como diciendo que no, me puse a mear y cuando a continuación me estaba lavando las manos noté un golpe muy fuerte por detrás, caí al suelo y se me echó encima como un loco y empezó a pegarme puñetazos», narró. El denunciante sufrió lesiones en la cara para las que estuvo impedido para su trabajo como consultor durante una semana y por las que precisó atención médica esa misma noche en el Hospital de Cabueñes.
El procesado, por su parte, no negó haberle agredido, pero no en el grado que afirmó la víctima. «Le pegué, pero solo un puñetazo porque me provocó. Me puse nervioso, estaba solo y le di un puñetazo», relató ante el juez. Fue detenido poco tiempo después en un pub de la calle Capua por agentes de la Policía Local gracias a la descripción facilitada por el denuniciante y los testigos. La fiscal mantuvo la petición de dos años de prisión para el acusado por un delito de lesiones. La defensa sostiene que se trata de un delito leve y pide una multa de 1.350 euros.
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