Liberan en Tremañes a quince pitbulls sin licencia y con una «delgadez extrema»

A las molestias ocasionadas en el vecindario por los incesantes ladridos, se sumaba las insalubres condiciones en las que vivían los animales, varios de los cuales «se encontraban en estado de extrema delgadez y muy descuidados», tal y como explicaron desde el área de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Gijón.

De todos los canes solo uno estaba registrado legalmente y contaba con el microchip obligatorio. Sin embargo, figuraba como propietaria una mujer -pareja del morador de la vivienda- que actualmente cumple condena en prisión, cuando uno de los requisitos para la tenencia de este tipo de perros es carecer de antecedentes penales. El resto no cumplía la normativa y, al parecer, no tenían ni vacunas ni habían sido examinados por veterinarios.

Los canes, entre los que se encontraba un pequeño cachorro, fueron recogidos por el lacero municipal, trasladados al albergue de Serín y puestos en cuarentena por si pudieran tener alguna enfermedad contagiosa. Serán ahora los veterinarios los que examinen a los perros y determinen si existe responsabilidad penal por un posible maltrato animal.

Por el momento, y tras un complejo operativo para recoger de la casa a todos los pitbull, los agentes de la Policía Local procedieron a tramitar el oportuno expediente administrativo al dueño de los animales. La investigación continúa para determinar si además de incurrir en una falta administrativa, pueda ser responsable de un delito de maltrato animal y para esclarecer si comercializaba con los animales o, incluso, podrían estar destinados a peleas de perros. En los últimos tiempos las fuerzas de seguridad tendrían sospechas de que en la ciudad se podrían estar celebrando este tipo de prácticas ilícitas después de localizar varios cadáveres de animales y perros abandonados, sin microchips y con lesiones compatibles con peleas.