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AIDA COLLADO
GIJÓN.
Martes, 20 de noviembre 2018, 02:24
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Lonja Gijón consiguió ayer el respaldo de sus accionistas, lo que le ha permitido espantar al fantasma de la liquidación en un momento más que sensible. La semana pasada, la Autoridad Portuaria ya había aprobado en su Consejo de Administración una serie de medidas para ayudar a la rula, en una delicada situación económica, a recuperar el equilibrio. Su propuesta pasaba por la reducción del capital social, la compraventa de bienes muebles y la concesión de un préstamo participativo a la sociedad. Pero todo ello quedaba supeditado a que los accionistas de la Lonja aceptasen constituir una fianza -en función de su porcentaje de participación- para devolver el crédito al Puerto en caso de impago. Ayer, en la Junta General Extraordinaria de Accionistas de la mercantil se dio por bueno el plan de El Musel.
De este modo, la Autoridad Portuaria concederá un préstamo participativo a favor de la rula de 449.140 euros. Además, el acuerdo de compraventa de bienes muebles -de pago aplazado- asciende a 350.860 euros, por lo que la aportación total del Puerto puede cifrarse en unos 800.000 euros. Por último, se aprobó la reducción de capital social, con la finalidad de restablecer el equilibrio entre el capital y el patrimonio neto de la sociedad, disminuido a consecuencia de las pérdidas, mediante la reducción del valor nominal de cada una de las acciones, lo que supone una rebaja total de 90.093,60 euros.
Esta no es la primera vez que Lonja Gijón se ve obligada a bailar en la cuerda floja. Desde su creación, en julio de 1997, han sido varios los momentos complicados para el futuro de la sociedad, creada para explotar y administrar las instalaciones pesqueras de los muelles de El Rendiello. Una década después de su creación, Lonja Gijón obtenía unos beneficios superiores a los 400.000 euros. Pero la tranquilidad duró poco. En 2008, el impago de Pescados Paco provocó un daño económico que al cierre del ejercicio se cifró en unos 550.000 euros. No obstante, los buenos resultados de los años anteriores evitaron que este revés económico pasase a mayores.
Tras otra temporada de calma, los impagos de improbable o imposible cobro volvieron a lastrar los resultados de la empresa, cuyas pérdidas al cierre de 2014 superaron los 400.000 euros. Eso hizo que la duda de quiebra y cierre planease durante 2015 sobre la rula gijonesa. No hay que olvidar que ese mismo año se supo que Lonja Gijón tendría que pagar 100.000 euros a Hacienda tras la detección de algunas irregularidades.
En noviembre de 2016 ya se aprobaron aportaciones de los accionistas mayoritarios para conseguir la capitalización de la sociedad y evitar que se procediese a su liquidación. Entonces, la Autoridad Portuaria colaboró con 166.000 euros; la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Gijón, con 64.000, y la Sociedad Regional de Promoción, con 31.104 euros.
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