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4.540 pacientes esperan para ser operados en Cabueñes o Jove, casi 400 más que hace un año

Las demoras medias han aumentado hasta en diez días. Cataratas, juanetes o prótesis de rodilla son las intervenciones con mayor demanda

LAURA MAYORDOMO

GIJÓN.

Lunes, 27 de agosto 2018, 03:20

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Más pacientes pendientes de una operación y mayor tiempo de espera que hace un año. Es el panomara que trazan los últimos datos de listas de espera quirúrgicas publicados por el Servicio de Salud del Principado (Sespa), los relativos al pasado mes de julio. Estableciendo una comparativa con las estadísticas oficiales de hace un año no hay lugar a dudas. El número de personas que aguarda a que le confirmen la fecha y hora en la que deberán entrar en quirófano en los hospitales de Cabueñes y Jove es ahora mismo de 4.540. Son, en total, 390 más que los que integraban la lista de espera en julio de 2017.

De esos 4.540, tres cuartas partes serán intervenidos en el Hospital Universitario de Cabueñes, que tiene 519 personas más en lista de espera que hace un año por estas mismas fechas. El resto, 1.094, aguardan por una operación en el otro hospital de agudos del Área Sanitaria V, la Fundación Hospital de Jove. No obstante, en los últimos doce meses, ésta ha conseguido rebajar su lista de espera en 129 personas y la demora media, en cuatro días.

Precisamente cuánto tiempo tienen que esperar ahora mismo esos 4.540 pacientes en lista de espera estructural (la que no incluye los pacientes que rechazan ir a otro centro) es algo que varía en función del centro hospitalario en que vayan a ser intervenidos. El de la zona oeste tenía, a fecha 31 de julio, una demora media de 68 días, situándose en el promedio que marcaron ese mes todos los hospitales de la red pública del Principado.

Quien la supera, en cuatro días, es Cabueñes. Allí, son algo más de dos meses lo que se espera, de media, para ser intervenido. En concreto, 72,7, cuando hace exactamente un año eran diez días menos.

Si por lo que uno aguarda es por una operación de cataratas, la cosa se complica. En Cabueñes son tres meses de media, pero hay quien acumula hasta 176 días de paciente espera. El mismo tiempo que, como máximo, llevan aguardando varias personas pendientes de que el servicio de Traumatología les confirme la cita para implantarles una prótesis de rodilla. Además de las demoras máximas, estos dos procesos quirúrgicos, junto con las intervenciones de juanetes -165 pacientes que aguardan, de media, 78 días- o las de prótesis de cadera -127 pacientes y 66 días de media- son de los que aglutinan mayor volumen de pacientes en la lista de espera de Cabueñes.

Varices y hernias

En Jove, además de las operaciones de cataratas -con 221 pacientes aguardando entrar a quirófano, una media de 72,8 días-, son las de varices -113- y de hernia inguinal -61- las de mayor lista de espera acumulada. Sin embargo, es la operación para liberar el túnel carpiano en la muñeca la que presenta una demora media más elevada: 84 días.

Con respecto a junio de este año, en Cabueñes solo tres servicios, los de ginecología, cirugía plástica y dermatología consiguieron reducir la lista de espera. En el resto, no hizo más que aumentar. Justo lo contrario ocurrió en Jove. Allí, todas prácticamente todas las especialidades consiguieron rebajar el volumen de pacientes pendientes de una intervención. La única excepción fue la del servicio de traumatología.

Un dato positivo es que, como el mes anterior, los dos hospitales siguen manteniendo a raya las demoras de más de medio año. Cabueñes lleva desde marzo pasado sin este tipo de esperas prolongadas que, en julio, en el resto de Asturias, reaparecieron en el Hospital Universitario Central de Asturias y el Álvarez-Buylla.

Además de poner fin a las esperas de más de seis meses, un indicador que ningún gestor hospitalario desea tener en su centro, Cabueñes consiguió el mes pasado reducir la cifra de pacientes que rechazan operarse en un centro alternativo. El descenso es sustancial: 30 casos menos. Se pasó de 74 a 44 personas en esa situación, lo que puede llevar a pensar que los enfermos empiezan a aceptar de mejor agrado las derivaciones que el Sespa ofrece, a veces a hospitales de fuera de Gijón, con el objetivo de reducir los tiempos de espera.

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