Esther Martínez, en su casa de La Camocha. CAROLINA SANTOS

«Llevo dos años y tres meses esperando para operarme y me dicen que tenga paciencia»

Esther Menéndez lleva desde noviembre de 2019 de baja a la espera de una intervención de espalda: «Yo solo quiero poder volver a trabajar»

LAURA MAYORDOMO

GIJÓN.

Lunes, 14 de febrero 2022, 16:29

Esther Martínez, gijonesa de 59 años, vecina de La Camocha y de baja laboral por los problemas físicos que arrastra desde hace tiempo, lleva exactamente «dos años y tres meses» incluida en la lista de espera de hospitalización. En realidad, en el Hospital Universitario de Cabueñes la aguardan tres intervenciones: una de espalda, otra de rodilla y una tercera de un pie. Pero es de la primera, la artrodesis que el traumatólogo le indicó en noviembre de 2019 para solucionar su espondilolistesis degenerativa de la que más tiempo lleva esperando una fecha para entrar en quirófano. «El preoperatorio ya lo hice, en verano, pero nada. Aquí sigo», se lamenta.

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La intervención fue indicada en su día -antes de declararse la pandemia de la covid- con una prioridad 'normal'. Según consta en los documentos que muestra Esther Martínez, eso supondría una espera de entre 31 y 90 días. Pero lleva cerca de 750.

Las estadísticas oficiales que mensualmente publica el Servicio de Salud del Principado a través del portal astursalud reflejan que, según los últimos datos disponibles -los de diciembre de 2021- la demora máxima en Cabueñes era de 357 días. Una demora máxima que corresponde, precisamente, al servicio de Traumatología, del que dependen sus tres operaciones. «Cuando lo vimos en el periódico no daba crédito. ¿Que no hay nadie que lleve más de un año? ¡Pero si yo llevo más de dos por el tema de las hernias!», se sorprende esta gijonesa.

Fue eso lo que la llevó a animarse a contar su caso porque, hasta el momento, asegura, cuando ha tratado de obtener una respuesta «lo que me dicen es que tenga paciencia». A ella, que se considera una mujer activa, la paciencia se le está agotando: «Todo esto me está pasando factura. Tengo problemas de ansiedad y dolores, claro. Me tomo un montón de medicamentos al cabo del día».

Incapacitada

Insiste Esther Martínez en que lo único que quiere es «que me arreglen» para poder retomar su vida y «volver a trabajar, que es lo que he hecho siempre. Lo de verme incapacitada, y en casa, no lo llevo». Empleada en el restaurante de Ikea, lleva de baja desde finales de 2019. Cumplidos los dos años de que se le reconociera la incapacidad temporal, el pasado mes de noviembre el Instituto Nacional de la Seguridad Social dictó una resolución en la que la considera apta para incorporarse a su puesto pese a que «me veo incapacitada para trabajar». Su médico de cabecera le ha vuelto a dar otra baja.

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Al margen de la intervención de la espalda, esta vecina de La Camocha lleva desde marzo de 2021 en lista de espera para una operación en la rodilla derecha que le fue indicada como 'preferente', en principio, para operar antes de un mes, aunque ya acumula una demora de once meses. «La otra ya la operé, pero tuve que ir por lo privado», anota. Lo que se toma con más filosofía, porque le supone menos molestias y porque además, tiene una prioridad 'baja' -entre 91 y 180 días de espera- es la tercera operación que tiene pendiente, en el pie izquierdo. «Solo llevo cinco meses en la lista de espera», dice resignada.

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