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Patricia Alvargonzález y su hijo Gonzalo en el bajo de Viesques adaptado a vivienda donde residen. ARNALDO GARCÍA
43 locales se han adaptado a vivienda en los dos últimos años

43 locales se han adaptado a vivienda en los dos últimos años

Este cambio de uso está al alza por el elevado número de comercios cerrados y el precio inferior al de un piso común en la misma zona

MARCOS MORO

GIJÓN.

Domingo, 15 de marzo 2020, 01:45

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Local, dulce hogar. Los bajos-vivienda son una tendencia al alza y una alternativa de habitabilidad que viene para quedarse en Gijón. 43 antiguos comercios se han transformado en los dos últimos años en viviendas totalmente legalizadas o están en proceso de hacerlo. Según los datos oficiales del negociado municipal de licencias, en 2018 se crearon con este cambio de uso 12 viviendas nuevas y en 2019, coincidiendo con la aprobación del nuevo Plan General de Ordenación (PGO), el número de reconversiones de bajos comerciales creció más del doble hasta las 28 viviendas. Y en los menos de tres meses que llevan transcurridos de 2020 se han tramitado otras tres adaptaciones de locales.

Este fenómeno cada es más visible en calles comercialmente secundarias por el elevado número de locales vacíos que 'se alquilan o se venden'. Ello sumado a que el precio del suelo comercial lleva cayendo en picado desde 2008 en toda España hace que muchos propietarios de bajos vean la reconversión en viviendas como una salida interesante para encontrar un comprador o un arrendatario,

Según los expertos inmobiliarios consultados, otra ventaja es que el precio medio de un local adaptado a vivienda legalizada es de media entre un 20 y un 30% inferior al precio de la vivienda común en la mayoría de zonas. En el caso de Viesques, por ejemplo, no es tanta la diferencia. Solo un 5% aproximadamente.

En cuanto al perfil del demandante suele ser un usuario que prefiere invertir menos en la vivienda, familias jóvenes que no quieren renunciar a vivir en la ciudad y profesionales que pueden compaginar en el mismo espacio los dos usos: vivienda y despacho profesional. También personas de avanzada edad, que prefieren vivir en planta de calle e inversores.

El procedimiento para convertir un local comercial en vivienda no es tarea rápida ni fácil en caso de cumplir con toda la normativa existente para garantizar las condiciones de salubridad y accesibilidad necesarias. Un arquitecto tiene que elaborar un proyecto de cambio de uso, con las obras de adaptación correspondientes, que posteriormente tiene que ser visado (con el pago de cuotas que ello implica) por el Colegio de Arquitectos. Después es necesario, además de conseguir la cédula de habitabilidad, contar con la aprobación de la comunidad de vecinos y pasar una inspección por parte del Ayuntamiento.

Espacio y altura

Otra de las grandes bazas que tienen los locales-viviendas es el espacio. Por el mismo precio se consiguen más metros útiles y ademas muchos bajos poseen importantes alturas. Si la normativa lo permite, hasta se pueden crear entreplantas con espacios a doble altura. Todo un lujo arquitectónico inimaginable en un edificio residencial,

En cuanto a posibles inconvenientes, fundamentalmente son dos. El primero es el ruido que puede entrar en el hogar si la ubicación no es buena. El segundo factor es la climatización, porque, a pesar de que los edificios en contacto con el terreno tienen una temperatura más constante durante todo el año, por otro lado sus grandes espacios o con aislamientos no cerrados pueden suponer un importante desembolso en calefacción o aire condicionado.

La normativa del Principado contempla que los metros cuadrados mínimos útiles que necesita una vivienda son 28. En Gijón, el Plan General (PGO) vigente establece que en edificios con fachada sobre alineación a calle o espacio público, o que recaiga sobre espacios comunitarios, las plantas bajas destinadas a viviendas tendrán la cota superior del forjado de suelo a una altura mínima de 1,20 metros sobre la rasante de referencia que es la calle. El requisito se elimina si las viviendas van destinadas a personas con discapacidad con el fin de facilitarles el acceso directo,

Para obtener licencia de habitabilidad se requiere una altura libre de 2,50 metros y contar con iluminación y ventilación.

El Plan Especial de Reforma Interior (PERI) que afecta a Cimavilla autoriza vivir en una planta baja sin altura mínima respecto al suelo por la configuración singular del urbanismo de esta histórica zona de la ciudad. Ello ha conducido a la proliferación en los últimos tiempos de lofts en antiguos locales ocupados por almacenes, negocios de hostelería y hasta garajes.

Algunos ejemplos recientes de cambios de uso ya realizados o en proyecto se pueden ver en el centro urbano en calles como la Merced y Santa Rosa. Junto a la librería Paradiso, el bajo que albergó muchos años la joyería Yensval y más recientemente una tienda de repostería especializada en cupcakes, propiedad de la familia Yenes, ha pasado a integrar una misma vivienda unifamiliar con las dos plantas superiores. Y en la Ruta de los Vinos, el bajo que está al lado del antiguo Mubarak, de 33 metros cuadrados, se reconvertirá en piso turístico.

En Viesques, en la calle Smara, en una urbanización colindante con la glorieta de Gloria Fuertes, un local comercial de 100 metros cuadrados se ha segregado para albergar dos apartamentos de 45 metros útiles. Ambos ya se han vendido por 130.000 euros.

En El Llano tres locales de la calle Eleuterio Quintanilla, en el complejo conocido como 'las casas de los maestros, están siendo reformados por los alumnos de la escuela taller 'Sendas Verdes', Pasarán a ser apartamentos para personas con discapacidad de titularidad municipal.

Además del cambio de local a vivienda también se produce un incremento significativo de peticiones para la reconversión de bajos comerciales en espacios para trasteros. En todo 2019 y en lo que va de año se han contabilizado 86 expedientes.

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