Las luces del Parchís, las favoritas

Los motivos elegidos para decorar el Parchís o la Plazuela son los favoritos: «Lo que más me gusta es que siempre son originales, ponen cosas en el Parchís y en la Plazuela que permiten que los niños interactúen», destacó Lidia Fuentes, quien paseaba ayer junto a su pareja y su bebé por la calle Tomás Zarracina. Otras fans del encendido navideño, Carmen Isusi y Marta Álvarez, destacaron las mismas localizaciones. Álvarez apostilló, además, que le parece «estupendo» que lleguen a más calles. Desde su punto de vista, «poner más iluminación por donde hay parques y zonas oscuras, para la seguridad nocturna de la gente, es algo positivo».

Entonces, si creen que siempre es lo mismo, ¿qué añadirían o qué elementos modificarían? Ni Isusi ni la leonesa Assumpta Juan, que vivió muchos años en Gijón, lo dudaron: «Más luces». «Las lámparas colgando les gustarán a algunos, pero para mí lo más bonito son las luces que cuelgan o las de los árboles y las de las casetas y demás elementos. Dan más vida», apuntó Juan.

El más crítico, sin duda, fue el joven Adrián Estévez, quien cree que la decoración navideña «está guapa, cada año innovan más y la van cambiando», pero como contrapunto ve «excesivo» el dinero que se destina a ello. «Hay ciertas cosas que deberían pulirse más antes de invertir tanto presupuesto en algo concreto como son las luces navideñas. Que destinen más dinero a adoquines, que vas por la acera, pisas uno mal puesto y te salpica entero, playero y pantalón», reclama este gijonés. Desde su perspectiva crítico, «hay dinero para detalles, pero no para lo importante. No vemos más que obras por las calles, pero los adoquines rotos, ahí siguen». La mayoría, sin embargo, aplaude la iluminación reinante.