Manual de socialismo practicante

La senadora María Luisa Carcedo y el secretario general de UGT de Gijón, Fernando Díaz, que acompañaron a 'Maricuela' en el citado acto, destacaron la ausencia de hostilidad y rencor que caracteriza las páginas del volumen, compatible con la encendida defensa de una ideología que tiene en el humanismo y la reacción contra la injusticia de cualquier tipo sus principales fuentes.

Exiliada para evitar la represión del régimen franquista en una huida tortuosa con su hija, 'Maricuela' pasó gran parte de su vida en Francia, pero regresó en 2005, poco después de la muerte de su esposo, para afincarse en Gijón. Asegura que escribió sus memorias a espaldas de su familia y que ahora las edita con el único objetivo de que «el conocimiento de la historia evite que se repita».

'Maricuela' tiene poco de políticamente correcta porque dice las cosas como las siente y sin paños calientes, aunque ello implique ejercer la autocrítica política con más dureza de la que cabría esperar en una socialista de la que María Luisa Carcedo aseguró que no lleva 80 años de afiliada, sino de militante, con un alto grado de compromiso.

«Me dieron un disgusto tremendo con la abstención a la investidura de Rajoy», afirma sin tapujos 'Maricuela', y no porque ahora ya no choque con los cuadros de su partido, sino que da la impresión de que dice lo que piensa en cada momento sin reparar gran cosa en lo que piensen los dirigentes. «Ahora tengo confianza en que despierten un poco y se den cuenta de que el PSOE fue fundado para defender al obrero», añadió sobre el mismo tema.

Otro objetivo de sus críticas o, si se prefiere, motivo de sus pesares, es la indolencia que achaca a la juventud, porque «sacan leyes que nos quitan todo y a la calle salimos siempre los mismos. Tiene que ser la juventud la que luche por sus derechos». Y es que 'Maricuela' utiliza sin faltar una sola oportunidad el voto para expresar su parecer, «porque conseguirlo costó muchas muertes y es lo que tenemos, pero también hay que salir a la calle para luchar contra la injusticia».

Testigo de los efectos de la guerra, la antigua miliciana asegura que «nunca podréis poneros en la situación que el libro describe, porque eso hay que vivirlo para conocerlo». Además, no descarta una situación similar a la de 1936, «si los molestáis», y, de hecho, asegura que hay serios peligros, como que «los obreros no ganan para comer y el egoísmo es más poderoso que la solidaridad».

El líder ugetista gijonés, Fernando Díaz, se declara «sorprendido» por la «vitalidad y claridad de ideas» de su veterana correligionaria y aseguró que «siempre lucha por lo que cree que es lo correcto con un compromiso que impacta».

En similar sentido, María Luisa Carcedo destacó «el tono con el que escribe sobre sus experiencias más duras, lleno de serenidad y entereza. Refleja el alma humanista del PSOE que representaba Pablo Iglesias. 'Maricuela' repite en el libro una frase que le oyó a su madre y es que «el odio no arregla nada ni la venganza devuelve a los seres queridos asesinados».