Marcos Tamargo: «Quiero que el Club Rotario esté más interconectado con los de otras ciudades»
El nuevo presidente se fija como objetivo incrementar el número de socios y traer ideas de lo que se hace fuera
Después de llevar casi una década entre sus integrantes, el artista plástico Marcos Tamargo (Gijón, 1982) es desde el pasado jueves el nuevo ... presidente del Club Rotario de Gijón, un cargo que asume con «humildad» y «muchas ganas». Hoy se estrena en su primer acto: la inauguración de la renovada capilla de San Esteban del Mar.
–¿Qué supone para usted este nombramiento?
–Llevo casi 10 años siendo rotario y lo asumo con muchas ganas, pero también con humildad. He sido precedido por grandes figuras de la sociedad gijonesa, mismamente la anterior presidenta, Patricia Zapico, que ha hecho una gran labor, así que me conformo con saber continuar lo bien que se ha venido haciendo. Y, si además puedo aportar alguna cosa más creativa, pues encantado también.
–¿A qué le gustaría dar continuidad?
–Tanto a los proyectos que Patricia incorporó, como a los que vienen ya de la historia de siempre del club, como son los premios Paul Harris o el torneo solidario de golf. Estoy muy agradecido de tener a Patricia a mi lado. Aunque ya no sea presidenta, sí es un apoyo.
–Ahora que arranca su año de presidencia, ¿qué proyectos tiene en mente?
–En septiembre empezaremos a escuchar nuevas propuestas para proyectos benéficos nuevos. No quiero decir mucho porque todavía estoy con ellos, pero se continuarán los proyectos anteriores y también quiero añadir actividades: hacer más ponencias, que el club sea más atractivo y atraer nuevos socios...
–Suele hablar de 'dinamizar' el club. ¿A qué se refiere?
–Dado que por mi trabajo viajo bastante, tanto en España como por Europa y Estados Unidos, me gustaría hacer que el Club Rotario de Gijón esté más interconectado con otros clubes de otras ciudades. Yo he visitado unos cuantos y, al verlos, uno también puede traer ideas de cosas que se hacen bien.
–¿Cuáles son los principales retos que afronta el Club Rotario de Gijón este año?
–Atraer nuevos socios, porque lamentablemente han fallecido recientemente dos de nuestros pilares, que son Andrés Barriales y Juan Dopico, y dar más a conocer el club y que la gente sepa lo que hacemos. En Estados Unidos es una entidad muy conocida, pero en España no lo es tanto y me gustaría dar a conocer nuestra labor.
–¿Qué le motivó a formar parte de esta entidad?
–Por mi trabajo, yo colaboro con unas diez fundaciones e instituciones grandes al año, como pueden ser Unicef o Cruz Roja. Muchas veces, por no decir la mayoría, uno no se entera de adónde va destinado el dinero que recaudan. En mi caso, por ejemplo, el de la subasta de una obra de arte. La razón por la que decidí dar el paso y hacerme rotario es que te explican perfectamente lo que van a hacer con el dinero. Por ejemplo: vamos a comprar 18 colchones, 18 somieres y 20 bicicletas. Se ve muy bien adónde va el dinero de cada proyecto y está perfectamente ejecutado.
–¿Cuántos miembros son actualmente?
–Somos 20, pero me gustaría incorporar nuevas personas.
–¿Le gustaría atraer también a la gente joven?
–Por supuesto. Yo soy el más joven y tengo 42 años, aunque luego está Patricia, que tiene cinco años más. Previo al Rotary está el Rotaract, que es un grupo formado por jóvenes rotarios mayores de 18 años, pero sí que me gustaría incluir a gente más joven y de todos los perfiles. en cualquier Club Rotario del mundo siempre hay profesionales de todos los ámbitos, de tal manera que cualquier problema o cuestión que nos llegue la podemos abordar con conocimiento.
–Hoy inaugura la capilla de San Esteban del Mar, ¿qué significa para usted?
–Es algo que nos trajo un poco de cabeza porque nos involucró muchísimo a todos. Me consta que a Germán Heredia, Luis Buznego o Patricia Zapico les llevó muchísimas horas, dinero y esfuerzo, así que es un orgullo ver la rehabilitación de la capilla ya terminada y que por fin se vaya a inaugurar. No solo para nosotros como rotarios, sino para toda la ciudad. Al final, lo que más nos congratula es ver que los proyectos en los que uno puso tanta pasión están realizados. Y que quede ahí para el futuro, para siempre, es una alegría.
–¿Cuál es el siguiente paso?
–Ahora tenemos que intentar buscarle una agenda atractiva, con exposiciones y ponencias que animen a la ciudadanía a usarla. Tanto a la gente del barrio como al resto de Gijón. Además, estando justo al lado de la ubicación de la Semana Negra, que empieza el viernes, también va a estar muy bien posicionada. Va a ser un sitio que la gente va a agradecer y, cuando pasen por ahí, dirán 'mira qué bonito ha quedado'.
–¿Cómo valora el papel del Club Rotario en Gijón?
–Creo que todos los proyectos que hacemos son siempre muy bien escuchados, tanto por el Gobierno municipal como por los ciudadanos de Gijón. Sí que me extraña cuando todavía hay gente que no lo conoce, pero la inmensa mayoría de la ciudad sabe lo que hacemos. Es un orgullo poder decir que uno es rotario y hacer cosas como la rehabilitación de la capilla de San Esteban del Mar. La lista de personas o entidades con las que hemos colaborada es larga y esperamos que lo sea más aún.
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