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LORETO BARBÓN
GIJÓN.
Sábado, 2 de septiembre 2017, 01:52
«Los médicos eventuales hacemos de media unas 300 o 400 horas más que una persona fija, cuya jornada anual es de, más o menos, 1.620 horas. Nosotros podemos rondar las 2.000». Así explicó ayer Ingrid Hernández, representante de la asociación de Médicos Eventuales de Gijón, la situación en la que se encuentran ella y sus compañeros. «Somos como los 'becarios' de la Medicina: trabajamos más y cobramos menos», criticó.
Demandan mejoras en la contratación, los salarios y también un reconocimiento digno a su trabajo. «Todas las necesidades que puedan surgir en un área las cubrimos los eventuales, en cualquier turno. Parecemos personal comodín y multitarea y estamos cansados de repetir a la gerencia que hay un servicio de atención primaria y que no se pueden recargar las necesidades del servicio entero con cuarenta médicos eventuales, más o menos los que somos ahora en Gijón», explicó Hernández, quien también hizo hincapié en la «mala coordinación», cuyo único resultado, advirtió, «es engordar las listas de espera hasta el verano, cuando se produce la hecatombe y los eventuales tenemos que ir a darlo todo pero, una vez finalizan estos meses, volvemos a la calle».
En este sentido, los médicos que están a punto de finalizar su residencia encuentran en la sanidad privada una posible vía de escape. «Muchos se plantean pasar a formar parte de clínicas y centros privados porque han mejorado sus condiciones laborales, pero muchos otros siguen pensando en marcharse fuera», confesó Hernández, quien insistió en que «el número de médicos eventuales se reduce cada vez más en Asturias y el principal motivo es la precariedad laboral. Habría que intentar fidelizar a este tipo de profesionales con mejoras en la contratación, porque en verano sabemos que todos vamos a estar trabajando, pero el resto del año estamos a la espera de que suene el teléfono y, además, no podemos sustituir al 100% de la plantilla porque no hay eventuales suficientes», dijo Hernández.
La asociación de Médicos Eventuales de Gijón se ha reunido varias veces con la gerencia del Área Sanitaria V y reconocen haber alcanzado mejoras en cuanto al diálogo y el trato con el personal eventual. «Hemos llegado a la conclusión de que, si las necesidades son cada vez mayores, habrá que arrimar el hombro entre los compañeros y el resto de la plantilla tendrá que hacer un poco más de lo que hace ahora porque, si no, los médicos eventuales caerán agotados», advirtió Ingrid Hernández quien califica de «triste» el trato que reciben estos profesionales centros. «Hay lugares en los que se nos ve como si fuéramos una especie de vía de escape y nos sobrecargan con todo tipo de tareas. Eso repercute en nuestro trabajo y también en cómo nos afecta emocionalmente porque vemos que cada vez hacemos más esfuerzos y, sin embargo, no nos sentimos reconocidos», lamentó la representante de la asociación de Médicos Eventuales, unos profesionales que demandan una valoración digna de su trabajo, así como «no ser recordados únicamente en los momentos de máxima necesidad».
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