Medusas para el salón de casa
Innovación. Héctor Morán cría en Gijón más de mil medusas para su venta. «Tenemos mala imagen de ellas porque nos pican en la playa, pero tienen muchísimos usos», asegura
LUCÍA BARRIO
Martes, 7 de diciembre 2021, 20:30
Más de mil medusas, entre crías y adultas, de diferentes especies nadan por aguas tropicales de los tanques de un local en la calle Puerto del Tarna. Un establecimiento que se ha convertido en el principal escenario de un proyecto innovador que busca que estos animales lleguen a los salones de las casas. «Desde pequeño soñaba con hacerme rico vendiendo peces y ahora puedo decir que voy por el buen camino». Es lo que cuenta el gijonés Héctor Morán, cofundador de Jelly Farmer, una empresa especializada en la cría de medusas de distinta especie para su posterior venta como mascota. Aunque son varias ya las empresas que han apostado por esta actividad, es aún un proyecto pionero en nuestro país.
Fue a lo largo de sus años como trabajador en diferentes acuarios cuando se dio cuenta de un hecho que se repetía en cada uno de ellos: «La gente siempre se quedaba embobada durante largo rato mirando los tanques de las medusas». Esto fue uno de los motivos que le llevó a plantearse la posibilidad de que estos animales pudieran, de alguna forma, «convertirse en mascotas y estar en los hogares de la gente».
Morán dedicó más de ocho meses a montar la empresa, entre trámites, ensayos y puesta en marcha del local. Puede considerarse como el primer vendedor de medusas a domicilio de Asturias.
Ahora mismo son tres las especies que ocupan sus días: la medusa Invertida, la 'Huevo frito' y la 'Azul australiana'. Aunque ya tiene otras dos en fase de prueba: la medusa 'Luna' y la 'Cefea'.
Pese a que en principio pueda resultar algo extraño tener una medusa como mascota reposando en la estantería del salón, Morán defiende la comodidad de esta «compañía»: «No lo tienes que sacar ni estar pendiente, simplemente con darles de comer y cambiarles el agua una vez a la semana es suficiente».
Reconoce, eso sí, que algunas especies que tiene a la venta -como la medusa 'Azul australiana'- requiere de algunos cuidados específicos, otras como la Invertida es mucho más cómoda. «La podría tener cualquier persona, cualquier niño en su habitación. Es una especie que puede vivir en un acuario normal y compartirlo con peces», abunda.
Industria cosmética
«Tendemos a tener mala imagen de este animal porque son las que nos pican en la playa, pero tiene muchísimos usos posibles», detalla. Además de la venta de los ejemplares a particulares, Morán confía en la posibilidad de que -cuando su proyecto se vaya afianzado y las ventas crezcan- poder ampliar sus horizontes y orientar la cría de estos animales a la industria cosmética y farmacéutica: «Es un mercado que ofrece infinitas posibilidades y que aún está en proceso de desarrollo».