Borrar
Así lo narró EL COMERCIO.
1897. Hace 125 años.

¡Menudo regalo!

A una historia ocurrida una década atrás se debía el abundante donativo recibido en una modesta parroquia asturiana

Martes, 15 de noviembre 2022, 00:33

Comenta

Si no lo veo, no lo creo. Apunten: un «magnífico vestido de terciopelo bordado en oro con manto de tisú de plata, una soberbia corona ... de plata sobredorada, y otra del mismo metal también dorada para el Niño» -porque lo anterior era la vestimenta de una virgen: la del Carmen-; «una cadena de oro y un cinturón de plata, y unos hermosos pendientes de brillantes de gran valor». Y aún más: candeleros de metal dorado, un crucifijo del mismo metal; un misal con atril, platillo y vinajeras de plata; sabanillas de altar; tres albas «de finísima batista»; una casulla y capa pluvial de terciopelo negro y bordadas en oro... y todo eso con destino a la modesta parroquia de Pesoz. Con una historia, claro, detrás; una tan novelesca que en días como estos, pero de hace 125 años, llegó a Gijón por medio de las páginas de EL COMERCIO. Sucedió que, allá por 1884, el párroco de Pesoz se trasladó a Madrid por cierto asunto, sirviendo temporalmente en la iglesia de San Ginés.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcomercio ¡Menudo regalo!

¡Menudo regalo!