Un Miguel Ángel para el paseo
El remozamiento de los jardines laterales del parque de Begoña fue un compendio de aciertos, pero, según EL COMERCIO, mejorables
Lunes, 1 de agosto 2022, 00:27
Un poco ya avanzado el verano gijonés, se terminaron, por fin, las obras de jardinería que llevaban meses realizándose en el paseo de Begoña. Con todo a punto para la tradicional inauguración del paseo, «una de las más simpáticas notas gijonesas durante el verano», EL COMERCIO valoró el resultado de uno de tantos remozamientos del emblemático parque a lo largo del siglo. Empezando por lo primero: era un acierto «la actual disposición que se ha dado a los paseos y avenidas de los jardines. El trazado de estos paseos está orientado en el sentido de sacar todo el mayor partido posible a los diversos elementos del parque». Cambiaban, con los nuevos caminos, los intrincados laberintos de macizos vegetales lindando las vías. «Daban estos a la sombra, y, en cambio, el sol daba la mayor par te del día en los sitios por donde había de transitar el público».
Ahora, los paseos laterales de Begoña -la parte sobre la que se trabajó- se presentaban bordeados por hileras de árboles brindando al paseante «todo el encanto de su sombra» y un «regalo que para la vista ofrecen los lindos macizos y platablancas, cuya construcción presidieron la discreción y el buen gusto». Los jardines, trazados a base de puntos de vista, estaban ahora adornados con figuras artísticas, el único punto en que, a entender de nuestra redacción, se arrugaba el proyecto de remodelación.
Resultaba que «mejor que obras del carácter de las figuras del sepulcro de los Médicis de Miguel Ángel», que eran las que se habían colocado, «hubieran estado allí otras reproducciones en que a la elegancia se una también la gracia y ese aire de ligereza, de suavidad y de feminidad que anima las Dianas o las Friné de Praxíteles o los mármoles de un Cánova». El resto, fetén: césped en las platabandas, grupos de flores combinados o el fondo de gijo (sic) en forma de medallón, dijimos, «nos parecen muy bien». Los responsables últimos, el edil Ladislao Muñiz Alvargonzález y el jardinero municipal, Samuel Granda, recibieron la felicitación pertinente, pero con consejo: la obra había que continuarla... ¡que se había quedado a medias!