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Inmaculada Fernández, en su despacho, que ha decorado con una obra de Covadonga Valdés ('Esperanza', 2016) que formaba parte de los fondos no expuestos de la Casa Natal y con la que afirma sentirse «muy identificada». CAROLINA SANTOS
«Es el momento de una gran reforma administrativa y me gustaría participar»

«Es el momento de una gran reforma administrativa y me gustaría participar»

Inmaculada Fernández Gancedo Secretaria General del Ayuntamiento ·

«Este Ayuntamiento es un referente en la prestación de servicios y la máxima aspiración profesional que se puede tener»

I. VILLAR

GIJÓN.

Lunes, 30 de noviembre 2020, 01:01

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Han sido dos las ocasiones en las que Inmaculada Fernández Gancedo (Luarca, 1975) debió asumir en funciones las labores de la Secretaría General. Pero ahora sube ya de forma definitiva al escalón superior del organigrama funcionarial para desempeñar un cargo que antes de llegar a Gijón como vicesecretaria en 2008 ya había ocupado en el municipio coruñés de Cee y en el de Ribadesella. Hija de músico -José Fernández Avello, quien ha dirigido varias corales-, se adentró en el mundo del Derecho «porque me gustaban las leyes» y desde el principio vislumbró su objetivo: «Tuve claro que me iba a dedicar a trabajar en la administración».

-¿En qué se distingue Gijón de sus anteriores destinos?

-Además de por el tamaño, es un Ayuntamiento referente como prestador de servicios públicos, puntero en temas tecnológicos y con un destacable componente humano. Todas las personas que trabajan aquí hacen de él una gran organización. Mejorable, como todo, pero este puesto es la máxima aspiración profesional que puede tener una secretaria municipal.

-No optó al cargo cuando quedó vacante hace seis años, pese a que ya era vicesecretaria. ¿Lo tuvo claro ahora?

-Sí. Me sentía ya preparada para desempeñar esta enorme responsabilidad y pondré todo para estar a la altura. Conozco la casa muy bien. Y para ser un buen chef antes hay que ser cocinero.

-Es la secretaria más joven al frente de un ayuntamiento de esta envergadura.

-Ante una oportunidad profesional como esta, lo determinante no es la edad sino la madurez y aptitudes de cada persona. Un ejemplo es Stacey Abrams, que tiene aproximadamente mi edad. Con 29 años fue fiscal adjunta de Atlanta y también fue la primera mujer de color en dar la réplica a un presidente de EE UU en el debate sobre el Estado de la Unión.

-¿Se ha marcado algún reto?

-La plantilla municipal está envejecida y afronta un proceso de renovación generacional. Creo que es el momento de hacer una gran reforma administrativa en la que me gustaría participar y trabajar. En el Estado ya se están aprobando leyes que suponen una revolución administrativa. Y en la comunidad autónoma también se va a afrontar una profunda reforma de la función pública. Es algo que me motiva especialmente.

-¿En qué puede traducirse esa transformación a nivel local?

-Parte la hemos visto ya como consecuencia de la pandemia. Ha supuesto un cambio radical en la que el papel ha desaparecido. Todos los documentos se firman electrónicamente, los procedimientos se tramitan electrónicamente... También las reuniones son telemáticas, garantizando la seguridad jurídica y el funcionamiento democrático de los órganos colegiados. Y desde la Secretaría hemos aprovechado este cambio en la forma de trabajar para aumentar la transparencia de la administración municipal. Es la primera vez que todas las cuestiones relativas al Pleno se publican en la web municipal para que sean accesibles a toda la ciudadanía.

-¿No se publicaban ya?

-No los acuerdos, que ahora se pueden consultar prácticamente al día siguiente de la celebración del Pleno. Tampoco se publicaban los plenos en forma de videoacta (con indicación del minuto exacto donde se puede encontrar cada intervención), un sistema aprobado por una resolución que ya preparé yo. Y ahora también están disponibles las actas de todas las comisiones.

-La supresión del papel debía llegar tarde o temprano...

-Sí, pero ahora la pandemia aceleró la puesta en marcha de estos procedimientos electrónicos.

-Con la pandemia también se entró en un periodo de leyes y decretos que cambian de un día para otro. ¿Cómo se gestiona desde un puesto como el suyo?

-Requiere estudiar mucho y estar actualizada, ya no solo en el día, sino en las horas, porque a veces salen varios boletines oficiales en un mismo día. Pero lo asumo como algo natural, porque entiendo que es una parte fundamental de mi trabajo.

-¿Cómo está siendo su relación con la Alcaldía?

-Me ha tocado trabajar con tres alcaldesas, de lo que me siento muy orgullosa. Y las tres grandes profesionales y trabajadoras. Con Ana González la relación ha sido estrecha desde que asumí en funciones la Secretaría General, y especialmente desde mi nombramiento. Me ha transmitido que confía en mi solvencia técnica para desempeñar el puesto, lo que le agradezco enormemente.

-¿Y con el resto de la Corporación?

-El trato es exquisito con todos los concejales y concejalas. Y mi apreciación es que todos los grupos me valoran y respetan profesionalmente.

-Vivió como vicesecretaria el paso de un Pleno con tres grupos políticos a uno con siete. ¿Cómo se notó ese cambio?

-Fundamentalmente se notó en el volumen de trabajo, porque aumentan las iniciativas, los debates son más extensos...

-Y se ha vuelto ya habitual que le pidan informes sobre decisiones meramente políticas. ¿No se pone demasiado en la picota a la Secretaría General?

-Todo tiene trasfondo político. Pero la peor presión que puedo tener es la que me impongo a mí misma, porque soy muy perfeccionista y estudio mucho mis informes jurídicos. Es cierto que se piden más, pero eso pone en valor a la Secretaría como órgano municipal.

-¿Prevé algún acto especial para su toma formal de posesión?

-Dadas las circunstancias me gustaría algo íntimo, pero con la presencia de la gente que trabaja conmigo. Porque aunque en la Secretaría haya una cabeza visible, en realidad somos un equipo, con gente muy comprometida que para mí es fundamental. Somos pocos, así que no llegaremos a seis (risas).

-Ha trabajado junto a sus dos predecesores, Dora Alonso y Miguel Ángel de Diego. ¿Le han dado algún consejo?

-Cuando conocí el nombramiento les llamé a los dos, con los que tengo una buena relación personal. Me transmitieron su alegría y su opinión de que consideraban que era la candidata más apta. Consejos no me dieron, porque conozco la casa y era un momento más de transmitir emociones. Yo he aprendido de todas las personas con las que he trabajado. De sus aciertos y de sus errores. Pero sobre todo, de los propios.

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