El Monte Areo, en Gijón, recupera la normalidad, mientras la investigación sigue su curso
Un retén de bomberos mantiene la vigilancia para evitar que se reactive el fuego que arrasó 40 hectáreas
Montiana, así como las parroquias de Serín y San Andrés de los Tacones, han recuperado la total normalidad después del «tremendo susto» ocasionado por el grave incendio que arrasó 40 hectáreas del Monte Areo en la noche del miércoles y que aún no se ha dado por extinguido, aunque está totalmente controlado. De hecho, todavía este viernes se podían ver unas leves columnas de humo salir desde las zonas de más difícil acceso, sobre las que el jueves estuvieron trabajando durante algo más de seis horas los helicópteros de las BRIF (Brigadas de Refuerzo en Incendios Forestales), dependientes del Gobierno de España y que tienen su base en Tineo.
Este viernes un retén de los bomberos de Gijón permanecía en la zona realizando labores de control sobre el terreno y de refresco allá donde consideraron necesario. También se pudo ver a operarios de Red Eléctrica comprobando el estado de la línea de alta tensión que atraviesa la zona quemada y labores de retirada de madera. Los efectivos del servicio municipal de extinción de incendios también controlaron el estado de instalaciones de otras empresas, como las de Nippon Gases, que cuenta con una tubería de oxígeno que atraviesa el monte.
Fuentes cercanas a los integrantes en el dispositivo local que desde la noche del miércoles lucharon para evitar que el fuego pudiera afectar a las viviendas más cercanas a la masa forestal aseguraron ayer a este periódico que «nunca antes habían tenido que hacer frente a un incendio de tamaña magnitud en Gijón».
En cuanto a la investigación, el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil sigue su curso para determinar el origen y la autoría de un fuego, cuyo primero foco se originó el pasado día 13.
La normalidad entre los vecinos de las parroquias afectadas era total y absoluta ayer, aunque el susto aún estaba muy presente, como en el caso de Florentino González Rodríguez, propietario del Taller Agro Visu, que todavía resoplaba ayer mirando cómo el fuego había llegado hasta el borde mismo de su casa y negocio, sin afectar. «La verdad es que el susto fue muy grande», insistía, mientras los bomberos comprobaban el perímetro.
La rutina volvió ayer a reinar entre los vecinos, «con todo ya en su sitio más o menos», como afirmaba Tino Mendoza, el presidente de la asociación vecinal de Montiana. «Nos dijeron que había algún pequeño punto todavía activo, pero que estaba totalmente controlado, así que ya se acabó la pesadilla», afirmó. Sobre la posibilidad que apunta la investigación de que el fuego hubiera sido intencionado, Mendoza comentó que «entre el estado de los montes, la sequedad del suelo por una sequía que hacía muchos años que se veía así y las temperaturas y el aire, con que alguien que fume tire una colilla encendida se pueda montar una como la del otro día».
«También hay quien dice que se reavivó el fuego que hubo hace unos diez días y que también obligó a movilizar al helicóptero para apagarlo, así que también es posible que con el viento que hizo se activara algo que hubiera quedado por abajo», apuntó.
Desde Serín, José Luis Fernández también confirmaba que en su parroquia «ya está todo bien, todo tranquilo, controlado y normal», después de un susto que les devolvió a la memoria otro incendio. «Tenemos muy reciente todavía el de hace tres años, que fue más fastidiado que este, aunque en aquella ocasión no hubo tantas luces azules», lanzó en referencia al diferente despliegue de medios entre ambas ocasiones.
Para Bryan Calvo Fernández, presidente vecinal de San Andrés de los Tacones, lo importante ahora es que «hasta que el incendio no se apague completamente, todo lo que pedimos es que los bomberos permanezcan cerca de las casas y no se retiren para que la gente, por lo menos, pueda descansar tranquila». Respecto a los momentos de tensión que vivieron durante los peores momentos del incendio, Calvo pide que se comprenda que «lo que estaba en juego, con cabezas de ganado y demás, era su forma de vida». «Esto no es que se te rompa algo y te compres otro, sino que la gente se tenga que hipotecar de nuevo y tener que hacerse otra casa, con todo lo que eso conlleva», comentó.
Apoyo de Servicios Sociales
Por su parte, la Fundación Municipal de Servicios Sociales agradeció ayer, a través de un comunicado, «la colaboración y el trabajo ejemplar de todos los cuerpos y servicios implicados» en el dispositivo de atención a los vecinos desalojados el pasado viernes. Asimismo, la Fundación se compromete a «seguir en contacto con los vecinos afectados para ofrecer apoyo y acompañamiento a cualquier persona que lo necesite». El dispositivo desplegado por la Fundación incluyó la activación de la red de alojamientos de emergencia, alojando finalmente a nueve personas de tres unidades familiares. Entre ellas, una mujer de 101 años con movilidad reducida, que fue trasladada en una ambulancia adaptada.
